Dubai.- Tras una final de temporada en los que muchos previeron el resurgir de Roger Federer, el suizo ha puesto los pies en el suelo en el inicio de 2015. Cayó en tercera ronda del Open de Australia frente a Seppi y todas las alarmas se activaron entre sus fans. Pero que no cunda el pánico, el suizo se toma su momento actual con filosofía y digiere muy bien los años.
Federer sabe que puede volver a ganar en momentos puntuales, pero es consciente de que sus picos de forma serán menos prolongados que en el pasado. Con Djokovic y Murray en plena forma al inicio de temporada cuando él todavía estaba cogiendo fuelle, tenía poco que hacer, pero sus planificación en los últimos años le ha permitido llegar pletórico a final de temporada.
Roger lleva años seleccionando los torneos a los que acudir, pero este 2015 intensifica la criba con meses de antelación. Además, parece que contra sus características naturales, apuesta más por la tierra batida porque es una superficie menos exigente en lo físico. Este año estará en Montecarlo, donde no acudía desde 2011. El mejor tenista de la historia nunca ha ganado sobre la tierra del Principado y tiene una ilusión especial por competir allí.
Además, Rafa Nadal ha empezado dubitativo esta campaña y piensa que con el español renqueante tiene más opción de ganar en esta superficie, que con Djokovic en plena forma en pista dura, aunque el serbio es un hueso en cualquier parte del mundo. Por eso, antes de Wimbledon, Roger competirá en Dubai, Indian Wells, Monte Carlo, Madrid, Roma, Roland Garros y Hallle.
Los técnicos del helvético intentan en la medida de lo posible que no compita durante muchas semanas consecutivas, pero a más de uno le ha sentado mal que renuncia al torneo que consideran como “el quinto grande”. Por eso, Tony Godsick explica la decisión diciendo que solo pretenden “preservar” la salud del tenista. “Es triste porque a Roger le encanta Miami y ha tenido éxito allí, pero cumple 34 años en agosto y no puede jugar todos los torneos”, contó el agente de Federer.
En cualquier caso, todavía queda tenis para rato en la raqueta de Roger y siempre que tiene ocasión asegura que su pasión por el deporte no le permite dejarlo, pese a su familia numerosa. De hecho, uno de los que más saben de esto en el mundo también lo ve así. Pete Sambras, a quien Federer le arrebató casi todos los récords históricos, apuesta por una carrera longeva del hombre que le derrotó en Wimbledon 2001.
Sampras ha vuelto a jugar pachangas a sus 43 años, pero es consciente de que no puede competir con uno de los mejores de la actualidad. “Me destrozaría. Podría aguantar mi servicio un par de veces, eso sería todo. Roger todavía está jugando muy bien, todavía tiene motivación y deseo de mantenerse arriba con su mujer, sus hijos y sus niñeras, porque disfruta de la competición. Quiere seguir haciéndolo, a pesar de que su lugar en la historia está asegurado”, aseguró en una entrevista concedida a The Vancouver Sun.