Vaticano.- El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, disertó en representación del Paraguay en la Cumbre contra la Trata de Personas y el crimen organizado, que se realizó en la Casina de Pío IV, en los jardines del Vaticano, donde tiene su sede la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. De la cumbre también participó el Papa Francisco.
Ante el pleno de la sala de conferencias, donde participaron más de 150 jueces y fiscales de todo el mundo, el Fiscal General manifestó Paraguay está ubicado en un lugar en la región donde puede tener vulnerabilidad en lo que se refiere al crimen organizado.
Explicó el origen histórico de la inequidad y los problemas sociales en el país, que subyacen en la criminalidad actual. “La trata de personas en nuestro país es una realidad, y más que una cuestión penal, es una problemática social producto de una desigualdad social”, dijo.
En su alocución, Díaz Verón explicó la organización institucional con que cuenta el Paraguay para combatir la trata de personas. “Hemos establecido unidades especializadas en la lucha contra el crimen organizado, contamos con unidades de lucha contra la trata de personas, contra el narcotráfico, lucha contra el lavado de dinero, contra el financiamiento del terrorismo, lucha contra la corrupción”, indicó.
Específicamente sobre la trata de personas, explicó que las víctimas son en su mayoría mujeres provenientes de zonas rurales vulnerables, y que los principales lugares de destino son la Argentina, Chile, Brasil, Europa, Asia y África.
Remarcó, que al ser Paraguay un país de donde salen las víctimas, y cuando se tiene la posibilidad de recuperarlas, implica una cuestión de índole humanitaria, ya que es un problema social y se intenta además de reinsertar a la víctima, realizando trabajos a la par con su familia.
“La trata de personas es la esclavitud moderna que lleva al ser humano a la posición más lacerante de ser víctimas de abusos en contra de su voluntad, que comparte el escenario con su ‘hermano mayor’ que es el narcotráfico. El narcotráfico destruye personas, familias y sociedades”, aseguró Díaz Verón.
Expresó que la trata de personas y el narcotráfico en nuestro país, no solo afectan a la seguridad, sino también a familias y la sociedad. Asimismo, comentó que otro hecho punible asociado al crimen organizado, es el tráfico de armas.
El fiscal general destacó lo expuesto por el Santo Padre en la reunión del pasado viernes en cuanto a las presiones que sufren jueces y fiscales. “El Papa nos estimuló y nos dio ese combustible que necesitamos, y tan generosamente, nos manifestó que reconoce la valentía para que se siga trabajando libremente”, agregó.
“El Sumo Pontífice pidió que los jueces y fiscales sean idóneos, capaces y probos; pero no solamente eso, sino que los operadores de justicia seamos valientes a la hora de decidir y también tener un alto grado de sensibilidad social”, recordó Díaz Verón.
Las agentes fiscales Teresa Martínez de la Unidad de Trata de Personas; Irma Llano de la Unidad de Delitos Informáticos y Lorena Ledesma de la Unidad de Lucha contra el Narcotráfico, forman parte de la comitiva del Ministerio Público que acudió a la invitación del Vaticano.