Asunción, IP.– Los policías y militares de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) realizan un intenso trabajo forense y de rastrillaje en la zona de Río Verde, departamento de San Pedro, tras el secuestro ayer a la tarde de un joven colono. La hipótesis más fuerte es que se trataría del autodenominado EPP, afirmó el ministro del Interior, Francisco De Vargas.
«Hay gente que está trabajando incansablemente en la parte forense y rastrillaje tratando de encontrar a los que se llevaron al joven Wiebe», dijo el ministro en conversación con la radio 730 AM.
Según De Vargas, por las circunstancias y las características que presenta este hecho punible, la hipótesis más fuerte en este momento es que se trataría del grupo de criminales y terroristas autodenominado EPP».
Señaló que el objetivo del grupo criminal habría sido el señor Cornelio Peters, quien logró escapar de los malvivientes. Sin embargo, tomaron prisioneros a Pedro Peters, hermano de Cornelio y al joven Franz Wiebe Boshman, a quien llevaron finalmente. Peters fue liberado con una noto pediendo un rescate de 700.000 dólares.
Según los datos manejados hasta el momento, los criminales, vestidos con ropa camuflada,sorprendieron a los colonos cuando estos se encontraban cosechando maíz.
De Vargas informó además que esta mañana se encontró un artefacto explosivo de fabricación casera, que fue activado a distancia con un cable. El artefacto explosionó a la vera del camino, a unos 15 kilómetros de donde se produjo el secuestro, en momentos en que una comitiva de la FTC pasaba por el lugar. Afortunadamente no produjo daños materiales ni víctimas fatales, indicó De Vargas.
El ministro del Interior señaló que este nuevo secuestro refleja un «ritmo bastante sostenido» de las acciones del grupo criminal, lo que es también «consecuencia de la campaña sostenida empleada por el Gobierno en el norte».
Destacó que el Gobierno nacional ha decidido emplear la estrategia de la creación de la FTC, con la modificación de la ley de Defensa, para ejercer una presencia permanente y no como se hacía anteriormente, bajo la figura del Estado de sitio, desplegando fuerzas durante dos o tres meses y luego replegándolas nuevamente.
«Este es un proceso en el cual el Gobierno ha determinado una presencia permanente para inicialmente impedir el crecimiento de este grupo y sobre todo lograr reducirles», dijo De Vargas.
El ministro señaló que el grupo criminal perpetra estos hechos «allí donde no haya protección, para asegurar su huida» y que la zona donde operan «es demasiado amplia como para cubrir todos los establecimientos rurales, todas las instituciones públicas y a todas las personas».
«Ellos aplican el sistema de guerra de guerrilla o mahoísta. No hacen un enfrentamiento frontal porque no tienen obviamente las condiciones de enfrentar directamente a los organismos de seguridad, entonces crean pequeños grupos donde la técnica consiste en atacar allí donde el lugar o las personas están desprotegidas», indicó.
Si bien este es el tercer secuestro en un periodo de tres años, el ministro destacó los resultados de las acciones del Gobierno por las que ya se cuenta con 87 aprehendidos y abatidos. Esto es «mucho más de lo que se ha logrado en cualquier otro gobierno», dijo De Vargas al tiempo de aclarar que la cifra no se señala como un éxito sino «como parte del camino a seguir».