Giro de Jair Bolsonaro: pide al Congreso que declare la «calamidad pública»

Río de Janeiro.-Mientras el impacto del nuevo coronavirus se expande en Brasil y ya se cobró cuatro vidas, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro , ensayó  un cambio de postura frente a la crisis.

De barbijo, al igual que todo su equipo de ministros, el ultraderechista exhibió preocupación en Brasilia y pidió al Congreso que reconozca el estado de » calamidad pública » para avanzar en medidas económicas paliativas ante los temores de un freno al crecimiento del país.

«Con el riesgo que sectores de la población pueden sufrir, exteriorizamos toda nuestra preocupación», dijo Bolsonaro acompañado por todo su gabinete. «Estamos teniendo un apoyo incondicional de la Cámara baja y el Senado en todas las medidas para atenuar el problema».

La Cámara había aprobado anoche la medida y restaba el paso por el Senado, que se daba por descontado que acompañaría al gobierno. La declaración del desastre le permitirá al Poder Ejecutivo aumentar los gastos públicos para «proteger la salud y los empleos», frente al avance del Covid-19.

Por la vigente ley denominada «techo de gastos», sancionada durante el mandato de Michel Temer, el gobierno brasileño está obligado a cumplir con una meta de déficit fiscal prevista en hasta 25.000 millones de dólares, que quedará exento.

Subestimación

Según el presidente, en un primer momento no hubo mucha preocupación sobre la propagación del virus, pero ahora, los cuidados «deben ser redoblados».

San Pablo, la capital económica del gigante sudamericano, registró el miércoles tres muertos, hombres de 65, 81 y 85 años que estaban recibiendo atención en hospitales privados.

Los tres tenía problemas de salud previos, que no fueron informados por la Secretaría de Salud paulista.

El salto de contagios fue sensible ayer. Hacia el final del día, el Ministerio de Salud confirmó 428 casos (desde los 291 registrados el martes). San Pablo reúne 240 del total, seguido por Río de Janeiro (45).

«El aumento del coronavirus es como la escalada del Everest», aseguró Luiz Henrique Mandetta, ministro de Salud brasileño, quien anticipó un gran número de casos para los próximos días.

Mandetta dijo que podrán ser tomada medidas más restrictivas, y no descartó un cierre total de fronteras, hasta ahora limitado a Venezuela para evitar un eventual ingreso masivo de migrantes si Caracas se desbordada ante el brote de la epidemia.

El presidente, quien habló ayer dos veces, evitó una autocrítica sobre su participación el domingo en un acto de apoyo, y resaltó que con su participación no colocó a nadie «en riesgo» debido a que había dado negativo. El tono más duro contra la enfermedad no evitó que en algunos barrios de Brasilia, San Pablo y Río de Janeiro se registraran por segundo día consecutivo cacerolazos en contra de Bolsonaro, rechazando el pronunciamiento.

El general Augusto Heleno, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, y el ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, dieron positivo por coronavirus.

Junto a ellos, son 17 los funcionarios que se encuentran contagiados y que formaron parte de la comitiva oficial que hace unos días se reunió con el presidente Donald Trump en Florida. También el presidente del Senado, David Acolumbre, fue diagnosticado con coronavirus.

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