Golden vs Cleveland: el primer duelo de la gran final de NBA

Oakland- Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors vuelven a encontrarse un año después en la gran final de la NBA. El escenario más espectacular para una batalla entre dos excelentes equipos que se presenta con pronóstico incierto, dado el enorme desgaste físico que han tenido los de Oakland en esta fase final, con una remontada histórica ante los Thunder, y el excelente momento de juego que exhibe los de Ohio (12 victorias y sólo 2 derrotas en este playoff).

Será un enfrentamiento entre dos equipos con estilos bastante diferentes y probablemente nada lo personifica mejor que sus dos grandes cracks: LeBron James y Stephen Curry. Ambos vuelven a encontrarse un año después en la gran final de la NBA y lo hacen desde el pedestal de las estrellas más rutilantes del basket mundial, como lo demuestra el hecho de que se han repartido seis de los últimos ocho trofeos de mejor jugador (MVP) de la liga estadounidense. El poderío físico, la contundencia y la polivalencia de LeBron contra la habilidad técnica, los triples imposibles y la magia de Stephen. No sólo son diferentes dentro de la cancha de juego, sino que la imagen que proyectan fuera de la pista les colocan en dos esferas distintas.

La pasada final, que ganaron los Warriors por 4-2, estuvo marcada por las lesiones de Kyrie Irving y Kevin Love, percances que disminuyeron las posibilidades de los Cavaliers, pero en esta ocasión el equipo que dirige el técnico “rookie” Tyrone Lue, que ocupó a mitad de temporada el puesto del despedido David Blatt, “llega mejor que el año pasado”, como reconoció el propio LeBron James. Se hace realmente complicado saber qué equipo tiene ahora mismo un mejor nivel de juego, ya que la última vez que se vieron las caras fue en el mes de enero y desde entonces ambos equipos han mejorado bastante.

Esta final es para los Warriors la gran oportunidad de completar una campaña histórica y muy difícil de superar. Tras ganar 73 partidos de fase regular y batir el mítico récord de victorias de los Chicago Bulls del gran Michael Jordan, el combinado que dirige Steve Kerr está a cuatro triunfos de la gloria. Para los Cavaliers se trata de la tercera final de su historia (todas con presencia de LeBron) y las dos anteriores acabaron en derrota. El reto es evidente, la tercera es la vencida.

LeBron aspira ocupar el trono de “nuevo Michael Jordan”, pero se siente amenazado por el talento de Curry. El base de los Warriors ha ganado los últimos dos MVP, además de un título, y para muchos (también para muchos anunciantes) ahora mismo la imagen de NBA no es la imagen de LeBron machacando con furia, sino la de sus canastas de filigrana o la de sus bombas desde ocho metros.

De hecho, una de las declaraciones más sorprendentes que se produjo esta presente temporada fue cuando Curry ganó el premio de MVP por unanimidad, algo que no había ocurrido nunca en la historia de la NBA, y LeBron cuestionó que “a veces si se usa la palabra ‘valioso’ o ‘mejor jugador de la temporada’ se pueden tener resultados diferentes”, dando a entender que Curry había sido el mejor de la temporada, pero que el más valioso es él. Curry respondió: “las cosas me han ido muy bien ignorando a la gente”, no fueron declaraciones ofensivas, pero deja en claro que entre ambos jugadores hay una disputa abierta.

Compartir: