Naciones Unidas.-El Grupo Internacional de Contacto (GIC) y el Grupo de Lima, ambos creados para abordar la crisis de Venezuela, respaldaron este lunes en un comunicado su apoyo a todos los esfuerzos en marcha para una resolución pacífica que incluya elecciones limpias y justas.
Ambos grupos «confirmaron su compromiso con una transición pacífica que conduzca a elecciones limpias y justas. En este respecto, expresaron su apoyo a todos los esfuerzos en marcha dirigidos a ese objetivo», dice la declaración producida en la reunión en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
Al encuentro acudieron por el Grupo de Lima los cancilleres Chrystia Freeland, de Canadá, Roberto Ampuero, de Chile, y Néstor Popolizio, de Perú, y por el GIC la alta representante de política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, y los ministros de exteriores António Costa, de Portugal, y Rodolfo Nin Novoa, de Uruguay.
La declaración expresó apoyo al intento de diálogo patrocinado por Noruega entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro, aunque sin mencionarlo en forma directa.
Ambos grupos «confirmaron su compromiso con una transición pacífica que conduzca a elecciones limpias y justas. En este aspecto, expresaron su apoyo a todos los esfuerzos en marcha dirigidos a ese objetivo», dice la declaración.
Además, tanto el Grupo de Lima como el GIC reiteraron su apoyo a la «democráticamente elegida» Asamblea Nacional (parlamento unicameral de mayoría opositora) y subrayaron la necesidad de restaurar y respetar por completo sus facultades, así como la urgencia de liberar «a todos los presos políticos».
El GIC está integrado por la UE, ocho países europeos —Alemania, España, Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido y Suecia—, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Uruguay.
Tiene como principal objetivo promover una resolución pacífica y democrática de la crisis venezolana, principalmente a través de la celebración de elecciones presidenciales con observación internacional
El Grupo de Lima se conformó en 2017 por 12 países americanos para condenar la «ruptura institucional» en Venezuela, reclamar elecciones presidenciales y la liberación de los políticos presos.
Lo integraron inicialmente Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, aunque México se retiró de ese ámbito luego de la asunción del presidente Andrés Manuel López Obrador.Sputnik.