Hacia una sociedad más consciente sobre la importancia de combatir la violencia

Por Cynthia Figueredo, Ministra de la Mujer

En la encrucijada de desafíos que enfrenta nuestra sociedad, uno de los más apremiantes es el persistente problema de la violencia, hoy es imperativo que todos los Poderes del Estado no solo reconozcan, sino que lideren activamente la causa de la sensibilización, porque es el camino para obtener una vida libre de violencia, la educación es la clave para llegar a la igualdad.

La violencia, en sus diversas formas, se arraiga en el tejido social, afectando a individuos y comunidades en dimensiones que a menudo pasan desapercibidas. Como líderes del sector público y privado, debemos reconocer la influencia que podemos ejercer para fomentar la conciencia y, más importante aún, desencadenar acciones tangibles.

La sensibilización es la antorcha que ilumina el camino hacia un cambio real. No se trata solo de reconocer la violencia cuando ocurre, sino de entender sus raíces profundas y trabajar incansablemente para erradicarlas. La ignorancia es el combustible de la violencia; la educación es su antídoto.

«La educación es el antídoto contra la violencia»

Es crucial en este momento iniciar o continuar las iniciativas que tengan programas que eduquen a las personas sobre los diferentes tipos de violencia, fomentando un ambiente de comprensión y apoyo. Es ideal establecer alianzas con organizaciones locales dedicadas a la prevención de la violencia.

Además, utilizar plataformas digitales para difundir mensajes de concientización y aprovechar la influencia de las mismas para crear conversaciones significativas. Es el momento de declarar y reforzar políticas firmes contra la violencia, en nuestros lugares de trabajo. La tolerancia cero es la base de un entorno seguro y respetuoso.

Les invito a compartir historias de resiliencia y superación. A menudo, el cambio comienza con la inspiración y estas historias pueden ser faros de esperanza.

Al adoptar estas acciones, no solo cumplimos con nuestra responsabilidad social, sino que también contribuimos a esculpir un mañana más seguro y compasivo. La violencia no tiene cabida en una sociedad informada y empática, y depende de nosotros liderar este cambio.

«La violencia no tiene cabida en una sociedad informada y empática»

En el camino hacia una sociedad más consciente, cada paso cuenta. Les invito a dar esos pasos, no solo en nuestras instituciones o empresas, sino también en el tejido mismo de nuestra sociedad que es la familia, allí es donde se generan las condiciones que disparan las cifras en nuestro país y que hoy nos genera tantos casos de violencia contra las mujeres y nuestros niños y niñas.

Desde el Ministerio de la Mujer estamos haciendo muchos esfuerzos, pero solas no lo podemos lograr, es un problema que nos involucra a todas las personas como sociedad y nos obliga a denunciar los hechos. Insto a las instituciones que deben proteger a las mujeres víctimas que pongan sus mejores esfuerzos en llegar a tiempo y cumplir la protección debida, en el tiempo oportuno.

Este trabajo nos obliga a poner lo mejor de nuestras estrategias para lograrlo y mientras para no llegar a los casos, insistir en sensibilizar desde la educación en valores de la importancia de la igualdad en cada hogar de nuestra querida Nación.

¡Sigamos fortaleciendo juntos el camino de una vida libre de violencia para todas las familias paraguayas!

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