Asunción, IP.– El obispo de Encarnación, Francisco Javier Pistilli, expresó su preocupación por la inseguridad, las adicciones y la violencia de la que son víctimas los ciudadanos. Destacó la necesidad de cuidar “el suelo donde van a vivir los jóvenes” y acompañarlos para que tengan una vida plena.
Pistilli estuvo a cargo este jueves, de la misa en honor a la Virgen de Caacupé, oportunidad en la que desarrolló el tema: “Jesús llama a los jóvenes a amar a Dios, a sus hermanos y hermanas y a la naturaleza creada”.
“Hoy vivimos tentados por muchas cosas para vivir a las huidas y sabemos que nos afectan a todos, pero principalmente a nuestra juventud, como es el caso de las adicciones, la violencia, la mentira, el placer sin sentido, las apariencias, son huidas porque nos hacen escapar del verdadero amor”, indicó.
En religioso expresó su preocupación por la gran cantidad de jóvenes con problemas de adicciones, principalmente lo relacionado a drogas y al alcohol, muchas veces son promovidos por los adultos en las fiestas donde participan los adolescentes.
“Nos preocupa que haya drogas en la salida de los colegios y hasta en el interior de los colegios. Nos preocupa el descontrol en las fiestas, que incluso algunos drogan a los menores para abusar de ellos”, señaló.
En ese sentido instó a cuidar el suelo donde van a crecer los jóvenes, y por sobre todo darles un acompañamiento permanente para que no caigan en las adicciones y puedan llevar una vida sana y plena.
En otra parte de su homilía, Pistilli también hizo alusión a la inseguridad de la cual son víctimas los paraguayos todos los días, además de la violencia de los grupos radicalizados que atemorizan algunas zonas del país.
“También preocupa el aumento de la violencia entre los compañeros en los colegios, donde se abusa del más débil, del menor favorecido, eso no lo hacen los hijos de María y los amigos de Jesús”, añadió.
Sostuvo que la sociedad se está acostumbrando a la mentira, al engaño, a malgastar la vida y los recursos. Al tiempo de lamentar la presencia de la violencia en el noviazgo y que posteriormente son arrastrados al matrimonio, acompañados de celos enfermizos, que llegan incluso al homicidio.
“Nos preocupa que nos fijemos en las apariencias y que construyamos esas claques que nos miremos menos a más, cuando en realidad somos todos hermanos. El verdadero amor es aquel conoce la medida de las cosas, que busca el equilibrio en todo. Permanezcan en mi amor, construyan sobre la roca firme del amor de Cristo, esa es la invitación que renovamos y que nos toca a todos en este día”, refirió finalmente.