Asunción, Agencia IP.- La reinserción familiar es un camino para el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes. Desde el Ministerio de la Niñez y Adolescencia (Minna) se acompaña este procedimiento a fin de garantizar la protección de los más pequeños de la sociedad.
Construir relaciones familiares saludables es uno de los ejes principales del Gobierno Nacional a través del Minna. En conversación con la Agencia IP, el viceministro de Protección Integral de Derechos de la institución estatal, Eduardo Escobar, detalló los pasos que se enmarcan en el proceso de abordaje de niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad.
“Lo primordial es la familia. Se trabaja con cada una de ellas mediante un equipo especializado del Ministerio. Uno de los primeros operativos es el estudio socioambiental de la familia”, explicó Escobar puntualizando que las condiciones en la que se encuentran los familiares es fundamental para dar el siguiente paso: la reinviculación.
En ese contexto, señaló que si el caso se debe a la precariedad de recursos económicos la institución prevé apoyar a las familias mediante los programas sociales del Estado. “Sin embargo si hay otra situación, por ejemplo de consumo o de maltrato, ya pasa a otra instancia jurisdiccional”, indicó.
A la fecha, el Minna acompañó el proceso de restitución familiar de dos niños en situación calle, mediante el seguimiento de caso por parte de técnicos del Programa de asistencia integral a niñas, niños y adolescentes en situación de calle (Painac).
La reinserción de ambos niños se dio en el marco del #OperativoInvierno, por disposición del Defensor Público de la Niñez y la Adolescencia del departamento de Alto Paraná, los cuales seguirán contando con el apoyo psicológico y acompañamiento de los profesionales hasta completar el proceso de deshabituación de calle.
El viceministro Sosa comentó que la primera instancia del abordaje es derivar al niño o adolescente a uno de los Centros Transitorios de Protección, donde se busca la estabilización tanto física como emocional del menor de edad. “Luego pasan al Centro Ñemity, allí tienen una pequeña granja y se impulsa también la escolarización del niño, niña y adolescente”, expresó.
En ese orden, mencionó además que se encuentran trabajando con el Ministerio de Educación con la finalidad de que estos reciban enseñanzas académicas. “Hay muchos niños que ni siquiera fueron escolarizados y gracias al apoyo de docentes que van hasta el Centro, logramos nivelarles académicamente para luego pasar al Centro de Convivencia Pedagógica”, comentó.
Cabe mencionar que los adolescentes reciben clases de oficios como electricidad, plomería, peluquería, entre otros, en un espacio de aprendizaje denominado Centro de Buenos Vecinos.
Familias Acogedoras: otra modalidad de protección
En cuanto a los más pequeños, de entre 0 a 8 años, son derivados a familias acogedoras inscriptas en la institución estatal. “Esta es otra modalidad de protección. En total tenemos 78 familias acogedoras. Algunas se hacen cargo de varios niños, porque si son hermanitos no podemos separarles”, sostuvo.
Aquellos interesados en registrarse como familia acogedora pueden inscribirse en la Dirección de Cuidados Alternativos, donde antes de la aprobación del Minna, pasan por una evaluación socioambiental y estudios psicológicos, que son los principales requisitos.
Actualmente el Ministerio de la Niñez y Adolescencia a la fecha asiste a 107 niños, niñas y adolescentes.