Asunción, IP.- La presidenta del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), Ana María Allen se encuentra de visita a la comunidad indígena de la Herencia, pertenenciente a la parcialidad Enxet, que reside en la zona de Rio Verde, ubicado en el departamento de Presidente Hayes.
La titular del ente comentó a Radio Nacional que buscan la comercialización de los productos de estos pueblos a gran escala y hacia el exterior.
“Estamos visitando la comunidad que tiene 7 aldeas, recorriendo una a una, con el equipo de logística de la institución, vamos entregando kits de alimentos, que aunque parezca asistencialismo, la necesidad es urgente, venimos a conocer y realizar con ellos proyectos sustentables, no solo para consumo sino para que generen ingresos”, mencionó.
Explicó que las aldeas tienen todos los servicios, con la necesidad de hacer algunas extensiones eléctricas debido a la próxima instalación de unas 59 viviendas por parte del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat. “Son comunidades muy organizadas, trabajan en las artesanías, que es la forma más rápida que tienen para generar ingresos”.
“Necesitan pequeñas capacitaciones para mejorar sus productos y colocarlos en puesto de venta, estamos hablando con gente que nos quiere ayudar” sostuvo Allen.
Explicó que quedo gratamente sorprendida por el manejo que los líderes de las comunidades mantienen con temas como el alcohol o las drogas, ya que no permiten que ingresen a sus comunidades.
La funcionaria también comentó que los indígenas, le expresaron que desean dedicarse a la ganadería y tienen actualmente una producción de miel. “Nosotros soñamos en grande, porque no hablar incluso de comercializar en los mercados del país y exportar todos sus productos al exterior, ponerles una marca, porque sus productos son muy buenos”, mencionaron, según Allen.
Por otro lado, comentó que están en constante diálogo “con los diferentes ministros del Ejecutivo, para fortalecer los aspectos de salud, educación entre otros” al mismo tiempo de señalar que casi todas las comunidades tienen sus puestos de salud y escuelas. “Hay muchos niños y se necesitan más educadores”, agregó.
Agregó que estas comunidades viven en sus propias tierras, tituladas y con hectáreas trabajadas, en cuanto a agricultura.