Inglaterra consiguió la victoria en el adicional

Asunción, IP.- Inglaterra logró un agónico triunfo frente a Gales merced a un gol de Sturridge en el tiempo de prolongación. Los galeses se adelantaron al final del primer tiempo por medio de Bale, que sorprendió a Hart con una falta desde casi 30 metros, pero los Pross se reaccionaron  en la segunda parte con el empate de Vardy y el postrero tanto del atacante del Liverpool. Ambos, por cierto, fueron suplentes. Es la crónica del diario Marca que explica las situaciones que se produjeron durante el encuentro.

No parece que el problema de los ingleses sea una cuestión de orgullo, o que les falte pasión por sus colores a tenor de cómo celebraron el postrero tanto de Sturridge. Quizás todo sea mucho más sencillo. Basta con comprobar lo que han tenido que sufrir para superar a una Selección menor como la galesa.

A los Pross les sobra talento, eso nadie lo discute, pero les falta una idea de fútbol que plasmar sobre el terreno de juego. Carecen de un líder -Rooney lo intenta pero no llega- y se aferran a sus individualidades para superar los obstáculos. Mal asunto a largo plazo, porque no todos los rivales van a tener el perfil de los entusiastas pero limitados galeses.

El partido de este jueves en Lens es un aviso en toda regla para Roy Hodgson y sus muchachos, que al menos ya saben que estarán en octavos salvo una improbable carambola. Esa es la mejor noticia para ellos de un encuentro que se les atragantó demasiado pronto.

Y eso que arrancaron bien, con una excelente combinación ofensiva que Sterling mandó al limbo tras un gran pase de Lallana. Fue un destello sin la continuidad necesaria, porque Gales maniató durante la mayor parte del tiempo a los talentosos pero imberbes jugadores ingleses.

Los ingleses reclamaron como penalti una clara mano de Davies que el colegiado consideró involuntaria y Smalling cabeceó con peligro un saque de esquina de Rooney en una de las escasas acciones dignas de mención de todo el partido. Imagínense.

Así estaba el patio hasta que el propio Rooney derribó a Robson-Kanu en una falta, en apariencia, bastante inofensiva. El resto fue cosa de Bale y Hart. El madridista le pegó con la potencia acostumbrada, pero el cancerbero del City pudo hacer mucho más a la hora de despejar. Un ‘manos blandas’ en toda regla que pudo suponer una pesadilla eterna para Hart si no llegan a mediar los tantos de Vardy y Sturridge.

El tanto llegó justo antes del descanso así que Inglaterra tuvo un cuarto de hora para masticar sus miserias. Hodgson, viéndole las orejas al lobo, movió ficha y dio entrada a Vardy y Sturridge por unos cuestionados Kane y Sterling. Dos cambios providenciales a tenor de lo visto.

Pero no se crean que fue por fútbol, porque Inglaterra siguió jugando más o menos igual que en la primera parte. De hecho, Gales sufría lo justito hasta que apareció Rooney para avisar a Hennessey de que los ‘Proos’ tocaban a rebato. El atacante del United puso en serios aprietos al cancerbero galés muy poco antes de que Vardy firmara la igualada tras un fallo garrafal de Ashley Williams. El ‘9’ del Leciester estaba en posición adelantada pero la pelota se la regaló el zaguero gales tras un pésimo despeje con la testa.

Por momentos, dio la sensación de que los ingleses se lanzaban por fin a tumba abierta, pero la efervescencia duró lo justo y el encuentro entró en otra fase de dominio estéril de los Pross.

El tanto de Sturridge en los estertores del partido, más allá de valer tres valiosos puntos, deja a Bale malparado ante los tabloides londinenses, que sacarán punta a sus declaraciones previas, pero no debe servir para lanzar las campanas al vuelo, porque Inglaterra ganó con lo justo.

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