Israel hace posible la vacunación masiva y los conspiracionistas contraatacan

Tel Aviv.-El impulso de la campaña de vacunación contra el coronavirus en Israel se ha visto frenado y el Gobierno busca modos de combatir la desinformación e incentivar a los ciudadanos para que se inoculen.

Para empezar, el Ministerio de Sanidad prevé invertir millones de shékels, esto es, cientos de miles de dólares, en las próximas semanas para animar a los israelíes más jóvenes a que se vacunen. Desde hace una semana todos los ciudadanos de más de 16 años pueden hacerlo.

Y el panorama de vacunación ha ido de personas formando fila fuera de los fondos de salud y carpas de vacunación, unos porque tenían cita previa y otros porque esperaban poder beneficiarse de las vacunas sobrantes, que no sobreviven una vez descongeladas, a espacios vacíos. Con solo los sanitarios sentados esperando a clientes que no llegan.

«Muchos de mis contactos en Facebook comparten un montón de posts antivacuna, teorías de la conspiración, explicaciones de por qué no vacunarse… No sabía que tenía tantos amigos virtuales de este tipo», dijo a Sputnik Adi Ronen, de Tel Aviv.

Segunda dosis menos popular que la primera

La campaña de vacunación ya cuenta con más de 3,5 millones de ciudadanos vacunados con por lo menos la primera dosis, de sus 9 millones.

Sin embargo, el ritmo de vacunación ha decrecido, y los fondos de salud han reportado que de las 120.000 vacunas que reciben diariamente, solo unos 65.000 israelíes se añaden a la lista de los nuevos inmunizados. Cuando la edad de vacunación bajó, primero gradualmente, a los mayores de 40, después de 35, después de 19… los servicios de salud no informaron de una subida proporcional en la demanda.

Y es que mientras eran los mayores de 60 años los que se inoculaban la cosa fue optimista y masiva, pero cuando se abrió a todo el resto de la población, algo paso…

Las autoridades sanitarias y de seguridad lo achacan en gran parte a la desinformación y teorías de la conspiración que se propagan principalmente vía redes sociales, pero también medios convencionales y, por supuesto, el boca-oreja.

Ni siquiera la irrupción de las nuevas mutaciones y el aumento en el número de contagios y enfermos graves ha convencido a los israelíes más jóvenes de vacunarse por ahora.

Si bien Israel sigue siendo líder, y con mucha ventaja, en vacunas administradas per cápita y 1,8 millones han recibido ambas dosis, el inesperado fenómeno de frenada se está viviendo particularmente con la segunda dosis.

«Es muy preocupante que desde que se ha hecho que la vacuna sea casi universal en Israel la gente no esté yendo a recibir la inmunización», dijo a Sputnik Lilaj Brown, bióloga. «Yo conozco hasta médicos que consideran que no tienen que vacunarse, porque ni siquiera los sanitarios están libres de ignorancia, desgraciadamente», lamentó la bióloga.

Del grupo de 16 a 18 años que debían vacunarse para poder pasar los exámenes de fin de secundaria, como recomendó el Ministerio de Educación, solo lo han hecho el 27%. La amenaza de no pasar los exámenes o la presunta presión paterna, por ahora no surten efecto.

Otros segmentos de la población preocupan más aún a sanidad:

el 31% de los adultos de entre 20 y 29 años se han vacunado,

el 40% de los de 30 a 39,

el 58% de los de 40 a 49.

El grupo más preocupante para sanidad son los de 20 a 30 años y para ellos están diseñando acciones de persuasión, que incluyen publicitar información científica y vigilar y hasta censurar posts en medios sociales que difunden desinformación sobre las vacunas.

La Policía ha sido llamada para intervenir en casos de personas que piden cita para inocularse cuando no tienen intención de acudir, y que lo hacen para obligar a los fondos de salud desechar las dosis que no se usen en ellos.

«Hemos logrado retirar algunas de las páginas de personas que propagan mentiras y en ciertos casos hemos acudido a la Policía», dijo una de las portavoces del Ministerio de Sanidad, Einav Shimron a la radio pública israelí, Kan, a principios de esta semana.

«La gente publica las cosas más locas, pero hay personas que verdaderamente las creen. Cuando escucho de una mujer, en principio normal, que está convencida de que las vacunas tienen un chip de vigilancia, es que tenemos un problema», declaró Shimron.

La campaña informativa del ministerio irá dirigida a las personas que tienen cierta apertura a recibir la vacuna, si bien miedos o sospechas, no a los antivacunas del núcleo duro, indicó la portavoz.

El mensaje que pretenden transmitir es no confiar en las redes sociales en lo relativo a información médica.

Sanidad tendrá como segundo objetivo a dos sectores tradicionalmente resistentes a las vacunaciones de todo tipo, los ultraortodoxos y los árabes israelíes. Que, si bien son ruidosos, a lo largo de los años no han supuesto una verdadera amenaza sanitaria. Sin embargo, la actual pandemia ha cambiado esto.

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