Japón endureció su cierre de fronteras a extranjeros y ya aplica la tercera dosis de la vacuna

Tokio.-El Gobierno de Japón anunció este miércoles que decidió profundizar sus medidas restrictivas para contener el ingreso al país de la variante Ómicron de coronavirus. En ese sentido, decretó la prohibición total del ingreso de todos los extranjeros, incluidos aquellos con estatus de residentes, procedentes de 10 países de África, continente donde comenzó a circular esta nueva cepa.

Según anunció en conferencia de prensa el portavoz del Ejecutivo nipón, Hirokazu Matsuno, la flamante medida entrará en vigor este jueves. El Gobierno había vetado desde este martes la entrada al país de nuevos residentes extranjeros, así como la concesión de visados de estudios o para estancias cortas de negocios.

Japón impedirá la entrada en su territorio de todos los viajeros extranjeros procedentes de Angola, Sudáfrica, Botsuana, Suazilandia, Lesoto, Namibia, Zimbabue, Mozambique, Malaui y Zambia, incluidos aquellos con visados de media o larga duración en el país asiático.

El impedimento, se aclaró, es de carácter temporal y se aplica a aquellos países en los que Japón considera que están «extendidos» los contagios de la cepa Ómicron, según el portavoz.

Quienes sí podrán ingresar al país asiático son los ciudadanos japoneses y otros «casos especiales», según Matsuno, quien aludió a «motivos de prevención» al ser preguntado por qué las autoridades han decidido vetar la entrada a los extranjeros ya residentes en su territorio procedentes de esa decena de países.

Los «casos especiales» cuyo acceso podrían autorizar las autoridades niponas incluyen a diplomáticos, «esposos, esposas o hijos de japoneses», o «personas de interés público y por motivos de derechos humanos», según el portavoz.

Japón, además, elaboró un listado de 27 países en los que se han detectado casos de Ómicron, entre ellos España y otros de la Unión Europea, sobre cuyos viajeros se aplicarán medidas especiales de cuarentena.

Estas cuarentenas solo afectarán a los ciudadanos nipones o residentes extranjeros que procedan de esos países, ya que otros viajeros, como los de negocios o aquellos con visados de estudiantes, tienen prohibida la entrada en Japón desde el pasado martes.

Más allá de esto, Japón deberá trabajar en evitar la propagación interna, porque en la víspera las autoridades informaron acerca de la detección del primer caso de contagio por la variante Ómicron en su territorio.

El paciente arribó el pasado 28 de noviembre y fue sometido a un test PCR, tal como indica el protocolo para todos aquellos que ingresen al país asiático. El resultado fue positivo de Covid-19 y, luego, un análisis genético del patógeno evidenció que correspondía a la variante Ómicron.

El infectado, de 30 años, sufrió fiebre y se encontraba hospitalizado y en aislamiento, tal como reveló Matsuno, quien añadió que la detección del contagio «demuestra la eficacia de las medidas de prevención fronteriza» que aplica Japón contra el virus.

Se trató de una persona que llegó procedente de Namibia, quien había entrado en el país antes de que Japón prohibiera el acceso de viajeros de estos estados.

Las autoridades japonesas no descartan decidir, en función de la evolución de los contagios de Ómicron, incluir a más países en el grupo de máximo riesgo, lo que supondría la aplicación de mayores restricciones como las impuestas sobre los citados países africanos.

Los cierres fronterizos totales como el aplicado por Japón a los países africanos han sido criticados por expertos y por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), debido a su carácter arbitrario, discriminatorio e ineficaz para contener al virus.

Estas prohibiciones «no evitarán la transmisión internacional y son una dura carga para muchas personas», alertó la OMS en un comunicado, donde también lamentaba que Sudáfrica y Botsuana hayan sido «castigadas» por informar a tiempo de los primeros casos de Ómicron, lo que podría llevar a otros países a evitar hacer lo mismo.

Japón, que registró poco más de 18.300 muertes por el coronavirus desde el inicio de la pandemia, vuelve a optar así por el cierre casi total de sus fronteras ante la propagación de la nueva variante del virus, después de haber flexibilizado sus restricciones a principios de mes para permitir la entrada de personas con visados de negocios o de estudios.

Mientras intenta que las consecuencias de la variante Ómicron sean las menores posibles, Japón empezó a administrar este miércoles la tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19 entre profesionales sanitarios, el primer grupo de población que recibirá esta inyección de refuerzo antes de procederse con el resto de los ciudadanos.

La tercera dosis de la vacuna de Pfizer se ha comenzado a aplicar a trabajadores del sector médico que recibieron la segunda dosis hace al menos ocho meses. A continuación, a partir de enero, se administrará a mayores de 65 años.

Japón ha vacunado con las dos dosis a más de un 75% de su población, según los datos oficiales del Ejecutivo, que decidió hace varios meses administrar también una tercera inyección a todos los que hayan recibido la pauta completa para mantener la inmunidad del fármaco, que disminuye progresivamente tras la segunda dosis.

Al mismo tiempo que se administra la tercera dosis a los colectivos identificados como prioritarios, el país nipón continuará inoculando con la primera y la segunda dosis al resto de población que aún no se ha vacunado.

Los contagios de Covid-19 en Japón están a la baja desde finales de septiembre, y en las últimas semanas se vienen registrando entre 100 y 200 diarios en todo el país.Clarín.

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