Joe Biden tildó de “pantomima” las elecciones en Nicaragua y llamó dictadura al régimen de Daniel Ortega

Washington.-Con un durísimo comunicado emitido tras el cierre de la votación en Nicaragua, Joe Biden calificó las elecciones que seguro le darán un nuevo mandato a Daniel Ortega como «una pantomima». Y sin usar la palabra, calificó al régimen como una dictadura.

«No fueron ni libres ni justas, y ciertamente no fueron democráticas», calificó el presidente de Estados Unidos a «lo que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, orquestaron hoy», por este domingo.

Las declaraciones publicadas por los portavoces de la Casa Blanca abundaron en contexto para que Biden tome esa postura.

«El encarcelamiento arbitrario de casi 40 figuras de la oposición desde mayo, incluidos siete posibles candidatos presidenciales, y el bloqueo de la participación de los partidos políticos amañaron el resultado mucho antes del día de las elecciones», enumeraron en un principio.

El comunicado continuó con el mismo tono condenatorio: «Cerraron los medios de comunicación independientes, encerraron a periodistas y miembros del sector privado y amedrentaron a las organizaciones de la sociedad civil para que cerraran sus puertas».

«Durante mucho tiempo impopulares y ahora sin un mandato democrático, la familia Ortega y Murillo gobiernan ahora Nicaragua como autócratas, nada que ver con la familia Somoza a la que Ortega y los sandinistas combatieron hace cuatro décadas», calificó Biden.

El comunicado aclara que, bajo la gestión Biden «Estados Unidos apoya el derecho inalienable a la autodeterminación democrática del pueblo nicaragüense, y el de cualquier otro país del hemisferio en el que la soberanía popular se vea comprometida por la erosión de las normas democráticas, la asfixia del espacio cívico o las violaciones de los derechos fundamentales».

Y recuerda que «la Carta Democrática Interamericana obliga al hemisferio a defender los derechos democráticos del pueblo nicaragüense».

«Hacemos un llamamiento al régimen de Ortega-Murillo para que tome medidas inmediatas para restaurar la democracia en Nicaragua, y para que libere inmediata e incondicionalmente a las personas injustamente encarceladas por denunciar los abusos y clamar por el derecho de los nicaragüenses a votar en elecciones libres y justas».

El comunicado deja una fuerte advertencia. «Hasta entonces, Estados Unidos, en estrecha coordinación con otros miembros de la comunidad internacional, utilizará todas las herramientas diplomáticas y económicas a nuestro alcance para apoyar al pueblo de Nicaragua y exigir responsabilidades al gobierno de Ortega-Murillo y a quienes facilitan sus abusos», finaliza.

Washington y la Unión Europea ya impusieron sanciones a miembros de la familia Ortega y a sus aliados tras la ola de detenciones que precedió la elección de este domingo.

Reacciones en España

Las elecciones presidenciales en Nicaragua «han sido una burla,» denunció este lunes el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, poco después de que el Consejo Supremo Electoral en Managua proclamara la reelección de Daniel Ortega para un cuarto mandato presidencial consecutivo.

«Ha sido una burla, una burla al pueblo de Nicaragua, una burla a la comunidad internacional y sobre todo una burla a la democracia», declaró el ministro a un grupo de periodistas en Madrid.

Luego de un extenso día de votación en calma, cerraron las urnas en Nicaragua. El presidente Daniel Ortega, busca un cuarto mandato en unas elecciones contra varios candidatos poco conocidos, mientras los aspirantes con opciones reales permanecían en prisión. Sólo falta saber por cuánto logrará la reelección.

Más de 13.000 puntos de votación se abrieron este domingo por la mañana, horas después de que la oposición denunció más arrestos de sus líderes y activistas en distintas zonas del país. Ortega denunció, por su parte, la presunta interferencia de Estados Unidos.

La oposición pidió a los nicaragüenses que se quedaran en casa en protesta por un proceso electoral criticado de forma generalizada y que las potencias extranjeras consideran poco creíble.

«Este día (estamos) desafiando a los que promueven el terrorismo, financian la guerra, a los que sembraron el terror», dijo Ortega tras emitir su voto, aludiendo a quienes participaron en las manifestaciones de 2018 que pedían su salida.

En un acto en la Casa de los Pueblos en Managua, Ortega aseguró que sus opositores «son demonios que no quieren la paz, la tranquilidad para nuestro país y que optan por la violencia, la descalificación, las calumnias, las campañas para que Nicaragua se vea de nuevo envuelta en enfrentamientos violentos, en guerra».

Los comicios de este domingo determinarán quién ostentará la presidencia durante los próximos cinco años, además de 90 de los 92 escaños del congreso nacional y la representación nicaragüense en el Parlamento Centroamericano.

Si Ortega llegase a finalizar —en 2027— el periodo presidencial para el cual fue reelecto este domingo, habrá cumplido 31 años en el poder: 26 como presidente y cinco como coordinador de la Junta de Gobierno tras el triunfo de la revolución sandinista. Y superará por mucho a cualquier hombre que ha estado en la presidencia en la historia del país.

La primera vez que Ortega estuvo al frente del país fue como coordinador de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, entre 1979 y 1984. Posteriormente, en 1984, se celebraron las primeras votaciones tras la toma armada del poder, en un contexto de cuestionamientos y críticas de los opositores que rechazaban el control de los sandinistas en todo el aparato estatal.

Ortega ganó por primera vez la Presidencia en esos comicios y gobernó hasta 1990, cuando perdió frente a Violeta Barrios de Chamorro.

Luego, tras varios periodos intentando regresar a la poder, Ortega ganó las elecciones de 2006 y asumió el poder en 2007 y desde entonces no lo ha dejado. Al contrario, modificó la Constitución que prohibía la reelección para permanecer en el poder.Clarín.

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