RANCHO MIRAGE, Estados Unidos.- Mientras crecen las divisiones entre Rusia y Estados Unidos por la crisis en Siria, el presidente Barack Obama dijo hoy que el conflicto «no era una competencia entre [Vladimir] Putin» y él.
Obama habló en una conferencia de prensa, luego de ser interrogado sobre si sentía engañado por el presidente ruso, cuyo ejército interviene en Siria en apoyo a las fuerzas del presidente Bashar al-Assad.
«El hecho de que Putin tuvo que despachar sus propias fuerzas, su propia aviación y tuvo que lanzar esta operación militar de envergadura (…) demuestra que la posición de Al-Assad es débil, no fuerte», observó.
«¿Hay alguien que crea que la lucha se detendrá sólo porque Rusia y el régimen celebran algunos éxitos iniciales, mientras que tres cuartas partes del país están bajo el control de personas que no siguen a Al-Assad?», dijo Obama.
Cuando el 30 de septiembre Moscú dio inicio a su campaña aérea en Siria, Obama advirtió a Rusia sobre los riesgos de que se estuviera metiendo en un «embrollo».
«La cuestión es saber cómo se pone fin a los sufrimientos, cómo se estabiliza la región y se frena este masivo éxodo de refugiados (…), cómo se frena la violencia y los bombardeos a escuelas, hospitales y a civiles inocentes (…) Es lo que yo quería decir cuando hablé de «embrollo», explicó.
«Ahora Putin puede pensar que está dispuesto a que Rusia ocupe Siria de manera permanente. Va a costarle muy caro», añadió.
Obama, que desde el comienzo de la crisis siria se niega a implicar masivamente al ejército estadounidense en el conflicto, apuesta desde hace un año y medio a la eficacia de los bombardeos aéreos de una coalición de 65 países contra posiciones del grupo Estado Islámico (EI) en Siria y en Irak. «Esto no parará», prometió.
Estados Unidos es criticado por su falta de liderazgo ante la intensificación e internacionalización de la guerra y su incapacidad para evitar que su aliado turco bombardee a los kurdos sirios y para evitar que los rusos reaccionen.