Ginebra.- El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, «imploró» hoy a la comunidad internacional para que establezca un sistema efectivo de regularización de los flujos migratorios basado en principios de humanidad.
«Urjo a los países europeos a que, basándose en los sentimientos humanitarios de sus sociedades, creen una estructura de organización de la inmigración mucho más completa, más elaborada, más humana y más efectiva», indicó Zeid a los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la ceremonia inaugural de su trigésima sesión.
«Los estados tienen el derecho soberano de proteger sus fronteras y de determinar las condiciones de entrada y estancia en sus territorios. Pero también tienen la obligación de respetar la ley de derechos humanos, la ley sobre refugiados y la ley humanitaria internacional», recordó Zeid.
El alto comisionado pidió nuevos canales para fomentar la migración legal y el reasentamiento, dos medidas que a su entender evitarían muertes y limitaría las mafias.
«La detención, particularmente de niños, y todas las formas de maltrato debe cesar, en las fronteras y en cualquier lugar», dijo.
El alto comisionado ensalzó la propuesta de la Comisión Europea de restablecer 120.000 refugiados entre los estados miembros de la Unión y sobre todo el hecho de que se considerara esta situación «un asunto de humanidad y dignidad».
Dicho esto, el alto comisionado recordó que la gestión de refugiados es un problema global, y por lo tanto urgió a los gobernantes de «África, Asia, América y el Pacífico» a actuar de la misma forma.
Zeid asumió que tras cinco años de conflicto en Siria, la guerra no sólo no ha acabado sino que se ha exacerbado y «que a pesar de las horrorosas violaciones a los derechos humanos cometidas allí y que han sido investigadas y enumeradas, debemos seguir deplorando el fracaso de la comunidad internacional para actuar».
El alto comisionado se confesó «enfadado» y «exhausto» por esta situación.
«Acepto que no hay una solución rápida al terror, el trauma, las carencias, y la negligencia que llevan a millones a abandonar todo lo que tienen y todo lo que han conocido».
Zeid asumió que, mientras el conflicto no termine, millones seguirán llegando, y recordó a la comunidad internacional que tiene la responsabilidad legal y moral de acogerlos.