Brasilia.- Las malas noticias económicas ya se volvieron moneda corriente en Brasil. El PBI se contrajo por quinto trimestre seguido en el comienzo de 2016, aunque el retroceso fue inferior a lo previsto por el fuerte gasto público realizado en los meses previos a que la presidenta Dilma Rousseff fuera suspendida del cargo.
La economía cayó 0,3% en el primer trimestre respecto de los tres meses anteriores, informó ayer el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). La cifra fue inferior al 0,8% que esperaba el mercado y a la contracción del 1,3% del trimestre previo. En la comparación interanual, en tanto, el PBI se contrajo 5,4% en el primer trimestre. La cifra despejó cualquier expectativa de un pronto repunte de la economía, informa el diario La Nación.
Si bien algunos expertos dijeron que podrían revisar sus proyecciones de contracción para este año, que actualmente se anticipa de un 4%, analistas dijeron que la cifra trimestral -vista por algunos como positiva- se debió principalmente a un gasto público insostenible. El aumento del gasto público fue del 1,1% en el trimestre, el alza más fuerte desde 2013.
«Las cifras no cambiaron la percepción de que la economía se contraerá con fuerza este año -señaló José Francisco Gonçalves, economista jefe de Banco Fator-. La economía sólo se estabilizará y dejará de caer entre el cuarto trimestre y el primer trimestre de 2017.»
En tanto, ayer, el presidente interino, Michel Temer , volvió a pedir la confianza de la sociedad en las medidas que propuso para recuperar la economía, pero insistió en que ese esfuerzo «demandará sacrificios».