Asunción, IP.- El nuevo cardenal de la Iglesia Católica, monseñor Cristóbal López Romero, afirmó este lunes que lleva con orgullo el tener la nacionalidad paraguaya por lo que se puede decir que, por primera vez, «hay un cardenal paraguayo» en el Vaticano.
«Yo siempre me he sentido ciudadano del mundo, con los pies en España por nacimiento y con el corazón en Paraguay por opción y por elección, porque es el pueblo que me acogió, donde pude vivir 18 años, entonces no lo olvidaré nunca, y llevo muy a gala y orgullo el tener la nacionalidad paraguaya», dijo el cardenal en conversación con Radio Monumental.
Saludando en guaraní y bromeando tener la «cérdula» en activo, López Romero agradeció «la avalancha de mensajes» de felicitación que le llegó desde el Paraguay y pidió que esas felicitaciones se transformen en oraciones.
«La gente en Paraguay me quiere mucho, lo he podido constatar no solo ahora sino en múltiples ocasiones, y en esta ocasión la avalancha de mensajes a través de todos los medios posibles ha sido increíble», dijo el hombre de la Iglesia Católica.
Si bien subrayó que un cardenal no responde a su nacionalidad sino que asume un compromiso con la iglesia universal, mencionó que sí se puede decir que ya hay un cardenal paraguayo. «Tengo la nacionalidad, tengo el pasaporte en regla, tengo la ‘cérdula’ en activo, así que se puede decir que hay un cardenal paraguayo», dijo.
Sin embargo consideró que su designación responde antes que a su nacionalidad a las funciones que actualmente está desempeñando como arzobispo de Rabat, Marruecos. «En el Vaticano puede ser que ni sepan que yo tengo la nacionalidad paraguaya, más bien han pensado en Marruecos que es el actual destino que yo tengo y el actual empeño en el que yo estoy comprometido», dijo.
Así también señaló que las nacionalidades y nacionalismos son «dimensiones secundarias en las que no hay que insistir demasiado» mencionando como ejemplo que por tener Chile o Argentina más cardenales no significa que sean más o menos importantes que Paraguay. «Esto es una mentalidad que no concuerda con la imagen de Iglesia que desde hace años desde el Vaticano II vamos teniendo», dijo.
En cuanto a las funciones del cardenal, López Romero indicó que la misión principal es auxiliar al Papa en el gobierno de la Iglesia, aconsejándole y ayudandole en algunas tareas concretas que el pueda encargar a cada uno.
Finalmente resaltó que la designación de cardenales durante el papado de Francisco ha venido caracterizándose por un empeño de ser «lo más internacional posible y que represente a todas las iglesias de los cinco continentes».
«El Papa está impulsando una iglesia en salida hacia las periferias, una iglesia y unos pastores con olor de oveja, una Iglesia que se preocupe de los más necesitados, todo eso el Papa lo ha dicho repetidas veces», mencionó.