Lo que hay que saber de la «sextorsión» y las publicaciones de contenidos íntimos en internet

Asunción, IP.- Los neologismos vinculados a la tecnología son cada vez más frecuentes y ya no es raro escuchar hablar de sexting o el intercambio de contenidos sexuales a través de sistemas de mensajería. Sin embargo, recientemente ha aparecido un nuevo término vinculado a este: la sextorsión, algo mucho menos atractivo y más peligroso por lo que es necesario conocer sus implicancias.

Según páginas especializadas el sexting consiste en el envío de contenidos de tipo sexual (principalmente fotografías y/o vídeos) producidos generalmente por el propio remitente, a otras personas por medio de teléfonos celulares.

Gabriela Ratti, directora general de ciberseguridad y protección de la información del Ministerio de Tecnología de la Información y Comunicación (MITIC), señaló en Tribuna a través de Paraguay Tv, algunos aspectos de esta práctica que genera problemáticas de consecuencias irreversibles.

“Estamos hablando de un fenómeno cultural que se da y que vino para quedarse. Obviamente se utiliza las redes sociales, la tecnología para comunicarnos y sobre todo también en el plano sentimental, donde tiene algunos riesgos, la tecnología como todo en la vida, tiene su lado positivo pero también debemos ser conscientes de esos riesgos”, señaló.

Explicó que Sudamérica, y particularmente Paraguay, tienen un alto nivel de uso de las redes sociales entre la población más joven, que puede ser aprovechado por personas inescrupulosas para cometer actos delincuenciales como la sextorsión, es decir, la extorsión a partir de los contenidos sexuales compartidos mediante el sexting.

«El gran desafío es como se le educa a ese tipo de personas para que no caigan en esto” señaló Ratti al exiplicar que si bien el sexting tiene que ver con algo voluntario entre partes,  el problema comienza cuando esta se convierte en sextorsión, que ya tiene un carácter delictivo.

“No juzgamos la conducta personal finalmente es un medio valido y que de manera voluntaria puede compartir una cierta información, fotografías, pero que se puede convertir en un chantaje, lo cual ocurre posterior a compartir la fotografía, el video o conversación”, indicó.

“Una vez que yo compartí una fotografía, un video, eso ya es público, no hay manera de despublicarlo, es cierto que la plataforma tiene opciones de privacidad, pero si esta en internet ya es público, ese es el riesgo” afirmó la funcionaria del MITIC.

La gravedad del asunto, menciona la profesional, es “quién está detrás del teclado, de la pantalla, esa certeza no la sabemos o no la vamos a tener, compartimos una imagen con alguien o un grupo reducido, pero ya no tenemos el control una vez que salió de nuestro teléfono o la PC, ya salió de nuestro control”.

Explicó que a pesar de los filtros de seguridad existentes, siempre hay algún tipo de vulnerabilidad. “Incluso pueden fotografiar la pantalla de tu celular y compartir eso”.

Recomendaciones

Para la experta, una de las primeras cuestiones que se deben tomar en cuenta “es conversar mucho con la gente joven, con los chicos sobre estos temas”.

“Utilizar los ejemplos de otras personas, que son tristes pero nos pueden servir, para ubicarlos en la situación y a partir de ello hacerles conscientes de los peligros, sobre quién puede estar detrás de la pantalla, que esa persona puede hacer daño y que una vez hecho público lo que se compartió, el daño ya está hecho, por más incluso que se tomen medidas contra la persona que lo hizo”, sugirió.

Ratti explicó en base a un estudio realizado anteriormente con una consultora, que los chicos son más propensos a hablar con gente extraña, a pesar de la recomendación de sus padres de no hacerlo, ya que para ellos las redes sociales tienen ese fin, de comunicar con gente incluso extraña.

“Hay que redefinir la forma de educar, no es solamente decirles no hables con extraños sino contémosle los casos, usemos estos casos para hacerles entender”, recalcó.

Señaló además que “lo más grave de estos casos, no es que haya pasado, sino la instancia a que llego, gente que llego a suicidarse por estar inmerso en ello, no sabiendo cómo salir de eso”. Por ello, agregó Ratti, «la familia, los educadores, deben estar atentos y dar la contención para ver estos casos».

Otro de los aspectos es que los padres también deben cambiar, ya que en base al estudio realizado, se les preguntó a los chicos a qué tipo de padres ellos les harían caso: la respuesta fue que a quienes manejan la tecnología. “A aquellos padres que tienen formación tecnológica, ese padre sabe de lo que habla, nos guste o no tenemos que meternos en ese mundo, para tener esa autoridad sobre ellos en ese campo”, dijo.

Finalmente, recalcó que los colegios también deben implementar protocolos para el tratamiento de estos temas, incluyendo un tema más complejo como el ciberbullyng. Señaló que hay colegios que sí lo tienen, otros que no o no son los más adecuados. En ese sentido, llamó a los educadores a replantear estos temas para estar atentos a los estudiantes, población vulnerable en estos aspectos.

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