Ginebra.- A fines de 2018, el mundo llegó a un récord de 70,8 millones de personas desplazadas debido a guerras o persecuciones, una cifra conservadora que no refleja, por ejemplo, la amplitud del éxodo venezolano, ya que solo una minoría pide asilo, informó ayer la ONU.
El informe anual de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) señala que 2018 fue marcado por el fuerte aumento del desplazamiento interno en Etiopía y por un aumento en las solicitudes de asilo presentadas por los que huyen de la grave crisis política y económica de Venezuela.
El conflicto sirio siguió produciendo un gran número de refugiados y desplazados, y la violencia en Nigeria también fue una fuente importante de desplazamientos.
El informe señala que el número total de «desarraigados» en el mundo -incluyendo a los refugiados (25,9 millones), los desplazados internos (41,3 millones) y los solicitantes de asilo (3,5 millones)- aumentó en 2,3 millones en comparación con 2017.
Pero este cálculo es «prudente», señala el Acnur, porque «aunque la mayoría de los venezolanos deberían poder beneficiarse del sistema de protección de refugiados, apenas medio millón» han solicitado asilo.
Venezuela está viviendo «una crisis muy específica» que produjo, según estimaciones de la ONU, el éxodo de unos cuatro millones de personas, dijo en conferencia de prensa el alto comisionado, Filippo Grandi, en Ginebra. No todos ellos son refugiados, pero muchos huyen de situaciones de violencia y necesitados de protección a países vecinos.
El número de personas desplazadas y refugiadas en el mundo continúa incrementándose desde 2009, y registró un fuerte aumento entre 2012 y 2015 por el conflicto sirio.
Los colombianos y los sirios siguen siendo los grupos con mayor número de desplazados internos.
En el caso de los refugiados, 5,5 millones son palestinos, que están bajo responsabilidad de una agencia específica de la ONU.
Del resto, la mayoría provienen de cinco países: Siria, Afganistán, Sudán del Sur, Birmania y Somalia.
Los sirios -más de medio millón- son también los que presentaron la mayor cantidad de solicitudes de asilo el año pasado, la mayoría de ellos en Turquía.
Les siguen los venezolanos, con 341.800 solicitudes, la mayoría de quienes viajaron a Colombia y Perú.
Como Perú impuso recientemente visas a los venezolanos, Grandi pidió a los otros países de la región que los dejen entrar para evitar un «congestionamiento» en las fronteras.
Según el informe, cuatro de cada cinco refugiados se desplazaron a un país vecino del propio, y la gran mayoría viven en países en desarrollo. Estados Unidos es el país que recibió el mayor número de solicitudes de asilo el año pasado, seguido de Perú, Alemania, Francia y Turquía.
Por cuarto año consecutivo, Turquía es el país que recibió el mayor número de refugiados en el mundo (3,7 millones), seguido por Paquistán, Uganda, Sudán y Alemania.
Por ello, Grandi elogió la política migratoria de la canciller alemana, Angela Merkel, quien tomó la decisión de abrir las fronteras de su país a cientos de miles de candidatos al asilo.
«No estoy acostumbrado a dar un puntaje, pero creo que en este caso debemos felicitar a Alemania por lo que hizo. La canciller fue muy valiente», dijo.
También pidió a los europeos que encuentren una solución duradera al sistema de distribución de migrantes.
«Tenemos detrás nuestro las elecciones europeas y un número francamente manejable de llegadas a Europa. Es el momento de enfrentar esta cuestión», señaló.