Montevideo.-El presidente de Uruguay tuvo que enfrentar la crisis sanitaria apenas asumió. Con el virus ya controlado, se apresta a retomar su agenda de campaña.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, cumplió los primeros 100 días de su mandato (2020-2025) en medio de una pandemia global sin precedentes que, a diferencia de sus vecinos, logró controlar hasta el punto de que este pequeño país de Sudamérica es visto como un ejemplo para el resto del mundo.
Solo doce días después de asumir el cargo, el 1 de marzo, el mandatario del Partido Nacional (PN, centroderecha) se topó con la crisis del coronavirus, que parece tener controlada en lo sanitario, pero que ahora puede tener consecuencias económicas.
Al tiempo, ha visto cómo el proyecto estrella de su campaña electoral y ahora de su Ejecutivo, la Ley de Urgente Consideración (LUC), fue aprobada por el Senado antes del paso a la Cámara de Diputados.
Para sorpresa de muchos -incluso de sus propios consejeros-, Lacalle Pou decidió no decretar la cuarentena obligatoria cuando llegó el coronavirus a Uruguay sino «exhortar» a la población a quedarse en casa.
Esto, que despertó la crítica de la oposición y del Sindicato Médico del Uruguay, hoy es reconocido como una estrategia clave para los buenos números de Uruguay, además de la suspensión de eventos públicos, las clases presenciales, y el cierre de centros comerciales y fronteras.