Asunción, IP.- El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) lleva adelante la distribución de semillas de verduras y hortalizas a familias carenciadas de asentamientos urbanos y fincas rurales. El beneficio ya llegó a varios departamentos del país.
El programa pretende llegar a 50 mil huertas familiares para el autoconsumo que está destinado a que las personas en situación de vulnerabilidad puedan generar sus propios alimentos y así hacer frente al impacto económico que generan las medidas sanitarias orientadas a evitar la propagación del coronavirus.
El MAG informó que días previos los técnicos de la Dirección de Extensión Agraria (DEAg), de la Agencia Local de Asistencia Técnica (ALAT) y de las oficinas de CDA distribuidas en los diferentes departamentos del país estuvieron realizando la preparación de los kits de semillas para su posterior entrega a los productores rurales, urbanos y periurbanos.
Los funcionarios técnicos trabajan intensamente, cumpliendo con los protocolos sanitarios de distanciamiento establecidos por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, para que el campo siga produciendo, manteniendo además reuniones de coordinación para la entrega de estos insumos.
El kit contiene semillas de lechuga, cebollita de hoja, perejil, repollo, tomate, pimiento o locote, zanahoria y zapallo.
De esta manera llegaron los paquetes de semillas a familias del asentamiento «Pu’a Pyah’u» en Pedro Juan Caballero, donde fueron beneficiadas 15 familias; también a Zanja Pytã, departamento de Amambay.
Igualmente, en Itá, San Antonio y otras ciudades del departamento Central; así como en Cruce Liberación y varios distritos del departamento de San Pedro.
Desde el MAG se realiza el acompañamiento técnico necesario para asegurar la producción. La misma se puede realizar en una huerta de 10×15 metros y con las condiciones climáticas actuales se puede tener la primera producción de los verdeos entre uno y dos meses. Los productores restantes estarán entre 60 a 90 días.
Si bien el programa es implementado por el MAG desde siempre, dadas las circunstancias actuales con la pandemia, se ha pasado de fincas rurales a fomentar también la producción para el autoconsumo en asentamientos urbanos.