Misteriosos cortes de cable: el conflicto en Medio Oriente ahora amenaza el funcionamiento global de Internet

Dubai.-Los misteriosos daños a cables de comunicaciones vitales bajo el Mar Rojo han generado preocupaciones sobre si el conflicto en el Medio Oriente está comenzando a amenazar Internet a nivel global.

Así como las aguas frente a Yemen cuentan con rutas marítimas cruciales, también son un lugar crítico para los cables submarinos que transportan correo electrónico y otro tráfico digital entre Asia y Occidente. Alrededor de una docena de cables atraviesan la zona y están previstos más.

Estos haces de fibras de vidrio, aproximadamente del grosor de una manguera de jardín, “son extremadamente importantes”, dijo Tim Stronge, vicepresidente de investigación de TeleGeography, que analiza el mercado de las telecomunicaciones. “Más del 90% de todo el tráfico de comunicaciones entre Europa y Asia pasa por esos” cables.

Al menos tres cables submarinos del Mar Rojo que suministran Internet y telecomunicaciones en todo el mundo fueron cortados la semana pasada, al tiempo que la vía fluvial sigue siendo un objetivo de los rebeldes hutíes de Yemen, informaron autoridades el lunes.

Lo que cortó las líneas aún no está claro. Ha habido preocupación por el hecho de que los cables sean el objetivo de la campaña hutí, aunque ellos niegan haber atacado dicha infraestructura. Si bien el transporte marítimo mundial ya se ha visto interrumpido por el Mar Rojo, una ruta crucial para los envíos de carga y energía desde Asia y Medio Oriente a Europa, el sabotaje de las líneas de telecomunicaciones podría agravar aún más la crisis.

El ministro de Telecomunicaciones de los rebeldes yemeníes, Misfer al-Numair, afirmó el lunes que los buques de tendido de cables submarinos requerirán permiso para transitar por sus aguas, en el marco de las tensiones en la zona por sus operaciones contra embarcaciones en apoyo a la Franja de Gaza frente a la ofensiva militar israelí.

“En todas las declaraciones del ministerio, enfatizamos que los barcos de cables submarinos deben obtener primero un permiso de Asuntos Marítimos en Saná [la capital de Yemen] antes de entrar en aguas territoriales yemeníes”, señaló el titular de dicha cartera a través de su perfil en la red social X.

Es por eso que Al Numair ha afirmado que desde el Ministerio de Telecomunicaciones están “dispuestos a ayudar con sus solicitudes de permiso e identificación de los barcos a las fuerzas navales yemeníes”, todo ello “preocupados por su seguridad” en el Mar Rojo y el golfo de Adén.

Estas declaraciones tienen lugar después de que la empresa HGC Global Communications, proveedor de servicios de Internet con sede en Hong Kong, afirmara que al menos cuatro cables de comunicaciones submarinos resultaron dañados la semana pasada, estimando que los daños habían afectado al 25% del tráfico de datos de esta zona, una ruta crucial para el traslado de datos de Asia a Europa.

Las líneas cortadas incluyen Asia-África-Europa 1, Europe India Gateway, Seacom y TGN-Gulf. HGC Global Communications describió la línea Seacom-TGN-Gulf como dos cables separados cuando en realidad es uno en el área del corte, según Tim Stronge, experto en cables submarinos de TeleGeography, una empresa de investigación de mercado de telecomunicaciones con sede en Washington.

En respuesta a preguntas de The Associated Press, Seacom dijo que “las pruebas iniciales indican que el segmento afectado se encuentra dentro de las jurisdicciones marítimas yemeníes en el sur del Mar Rojo”. Indicó que estaba desviando el tráfico que podía cambiar, aunque algunos servicios estaban caídos.

Tata Communications, parte del conglomerado indio y detrás de la línea Seacom-TGN-Gulf, dijo a la AP que “inició acciones correctivas inmediatas y apropiadas” después que se cortó la línea.

“Invertimos en varios consorcios de cable para aumentar nuestra diversidad y, por lo tanto, en situaciones de corte o problema de cable, podemos redirigir automáticamente nuestros servicios”, dijo Tata.

En relación con estas informaciones, Al-Numair negó la responsabilidad de la insurgencia en estos daños, alegando que los han realizado los ataques estadounidenses y británicos, y afirmó que se trata de “una campaña de mentiras judías” llevada a cabo a través de HGC, con registro en Reino Unido y en la Cámara de Comercio británica.

Pero a principios de febrero, el gobierno de Yemen en el exilio, reconocido internacionalmente, alegó que los hutíes planeaban atacar los cables. Las líneas parecían haber sido cortadas el 24 de febrero, y la organización NetBlocks notó que el acceso a internet en la nación africana de Yibuti sufría interrupciones dos días después. Seacom presta servicios en Yibuti.

En una entrevista desde su oficina en Johannesburgo, Prenesh Padayachee, director digital y de operaciones de Seacom, dijo que el daño al cable de su compañía ocurrió en el fondo del Mar Rojo, en aguas yemeníes a unos 200 metros de profundidad. Los otros dos cables dañados están cerca.

Padayachee dijo que la causa del daño seguiría siendo desconocida hasta que un barco de reparación lograra levantar el cable y examinarlo. Las teorías incluyen un ancla arrastrada por un barco, una perturbación en el fondo del mar o un sabotaje. “Sólo podremos saberlo una vez que levantemos el cable”, afirmó.

Organizar las reparaciones está resultando difícil. Seacom está trabajando con una empresa llamada E-marine, que tiene barcos en la cercana Omán, para abordar el problema, pero Padayachee reconoció que el trabajo requiere evaluar la situación política y obtener permisos de Yemen.

Dijo que tenía la esperanza de que el trabajo pudiera comenzar el próximo mes.

Si bien Seacom ha logrado desviar la mayor parte de su tráfico de Internet a través de otros cables, Padayachee dijo que le irritaba la inestabilidad regional que obstaculizaba el esfuerzo de reparación. “Preferiríamos tener cronogramas definitivos que no estén dictados por situaciones geopolíticas”, dijo.

Tener tantos cables pasando por una zona tan volátil también es motivo de preocupación. Las líneas individuales son relativamente fáciles de dañar. Mientras que los cables están enterrados y blindados cerca de la costa, más lejos en el mar yacen en el fondo con poca protección.

Stronge estimó que había aproximadamente 500 cables submarinos en todo el mundo y un promedio de 100 roturas al año. La mayoría de las veces, la causa resulta ser algún tipo de accidente marítimo, como el arrastre de un ancla, dijo.

Stronge dijo que lo que compensó la fragilidad de los cables individuales fue la redundancia que los operadores incorporaron al sistema. Dijo que incluso si se cortaran todos los cables en el Mar Rojo, el tráfico de Internet, como los camiones cisterna, podría desviarse alrededor del Cabo de Buena Esperanza en el extremo de África o hacia el este a través de Singapur, Japón y Estados Unidos hasta Europa. “Es más lento, pero se puede hacer”, afirmó.

En los últimos meses, las hostilidades se han intensificado en la región como consecuencia de la guerra en Gaza. En solidaridad con los palestinos, los hutíes, respaldados por Irán y que controlan la capital y otras zonas del norte y oeste del país desde 2015, han advertido de que atacarán cualquier buque operado por empresas israelíes o bien que tengan como destino final sus puertos.

En respuesta, Estados Unidos y Reino Unido han liderado una coalición con vistas a proteger el comercio marítimo, llegando incluso a atacar territorio yemení controlado por los rebeldes, lo que ha extendido también los ataques a los buques de estos dos países.

El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Hans Grundberg, afirmó el martes que los ataques por parte de los hutíes contra buques en el Mar Rojo “complican” los esfuerzos de mediación para intentar poner fin al conflicto desatado en 2015 en el país asiático.

“El ambiente de mediación se ha complicado ante los recientes acontecimientos en la región”, señaló en una entrevista concedida a la cadena de televisión Al Arabiya.La Nación.ar.

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