Obispo de Villarrica pide impulsar políticas públicas para reducir la inequidad social

Asunción, IP.- El obispo de la Diócesis de Villarrica, monseñor Adalberto Martínez exhortó al Gobierno a impulsar con “coraje” las políticas públicas para reducir la inequidad social que traiga a los paraguayos mejores condiciones de vida y paz al Paraguay.

El tema desarrollado en la mañana de este miércoles en el octavo día de novenario en honor a a la Virgen de Caacupé fue “La amistad con Cristo, condiciones para una vida cristiana” y estuvo a cargo del monseñor Martínez, quien además es presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) y administrador apostólico de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Al inicio de la homilía, el monseñor Adalberto Martínez, dijo que «no seremos amigos del señor y no estaremos cumpliendo su mandamiento, mientras más de 300 paraguayos que viven en la indigencia, es decir pasan hambre, no podemos ser indolentes e indiferentes ante este tipo de escándalos”.

Sobre el punto dijo que el Paraguay produce suficiente alimentos pero que no llegan a los sectores más desprotegidos y vulnerables de la sociedad, por la inequidad social, problemas estructurales y por la promoción de un modelo de vida de producción y de consumo que excluye a los “más débiles”. Al tiempo de mencionar que a la falta de alimentos se suma las debilidades en el ámbito de la salud y educación.

Dada la población mayoritariamente joven en el país, el religioso advirtió que sí no se adoptan cambios urgentes y profundos en el sistema educativo y sanitario se “condenará el futuro de miles de niños y jóvenes”, que le permitan acceder a mejores condiciones de vida  que mantendrá al Paraguay en el atraso.

Señaló que sí el crecimiento económico no se traduce en desarrollo humano, con educación y salud de calidad en el mediano plazo, “no habrá paz social”, ni en el campo ni en la ciudad.

Asimismo expresó su preocupación por el aumento de la violencia y la criminalidad, traducida en robos, secuestros, asesinatos y entre otros males que aquejan al país, que son en gran medida producto de la inequidad social, la corrupción e impunidad.

“Bajo el manto de la impunidad crece la violencia, la inseguridad, los grupos armados y la corrupción como gangrena que enferme gravemente el tejido social de la nación”, añadió.

El monseñor también abogó por la generación de fuentes de trabajo para mitigar la disgregación de la familia, consecuencias de la migración forzada, de las necesidades y por la falta de oportunidades en su propia tierra.

En ese sentido exhortaron a los poderes públicos a impulsar con decisión y coraje, las políticas públicas que reduzcan la inequidad social para asegurar la paz social y el bienestar del pueblo, con oportunidades para todos los paraguayos.

“Los cambios estructurales son lentos y deben ser frutos de políticas de Estado de mediano y largo plazo, por ello es conveniente continuar las acciones positivas de gobiernos anteriores y profundizar en aquellas políticas de bien común que favorezcan las condiciones de vida para la población que le permita ir hacia adelante en el progreso”, reconoció.

En otra parte de su homilía, el monseñor Martínez alentó a las fuerzas policiales y militares a que pongan su empeño en salvaguardar a las personas de sus bienes y vidas. Manifestó que este gran servicio que prestan a la patria requiere ante todo mucha honestidad, capacitación, obediencia a la Constitución Nacional, a las leyes orgánicas que rigen tanto para la policía como los militares y el respeto irrestricto a las personas.

“Rezamos por ustedes (policías- militares), por sus familias, por su misión y también oramos por Edelio Morinigo, por su familia, así como Félix Urbieta y familia, que el señor les fortalezca en esta larga espera y que puedan reencontrarse en el seno de sus hogares”, expresó finalmente.

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