Monseñor pide un dialogo serio entre todos sobre el futuro del país

Asunción, IP.- El monseñor Lucio Alfert abogó por un dialogo serio entre todos sobre el futuro de nuestro país, de nuestro pueblo, de los jóvenes y de todos lo que el señor nos ha regalado.

Fue durante su homilía en la misa de Caacupé, en el marco del novenario en honor a la Virgen.

El obispo del Vicariato Apostólico del Pilcomayo manifestó que hoy día vivimos en constantes peleas y guerras. Peleas de partidos políticos, guerras de grupos extremistas armados, discordias en los barrios, familias desunidas, matrimonios peleados y todas estas violencias, muchas veces, desembocan en el uso de armas blancas, de fuego y muerte.

Afirmó que en el país los problemas sociales, a veces, solo se responden a base de marchas y protestas y  se preguntó cómo se ubican los jóvenes en medio de todo eso y qué impresión tienen de nuestra sociedad.

Mencionó que los jóvenes indígenas reflexionando durante este año sobre sus realidades y la situación de sus comunidades expresaron que sufren problemas de tierras, con poquísimos espacios para desarrollar una vida indígena rodeado de grandes sojales y estancias que les afectan con sus agro tóxicos, sus presiones de dinero, corrompen sus líderes causando divisiones en su comunidades y migración forzadas a las ciudades.

Igualmente acusaron la invasión de sectas agresivas que dividen su gente satanizan sus cultos, sus prácticas religiosas y culturales y hasta sus líderes religiosos.

En otro momento el obispo expresó que es urgentes que empecemos a reconciliarnos y perdonarnos de verdad, pero no tapando las diferencias sino sanando las situaciones de injusticia y creando ambiente de fraternidad y solidaridad, por medio de una real conversión personal y comunitaria.

“En primer lugar creo que como iglesia, pueblo, autoridades tenemos que pedir perdón a todos los indígenas, campesinos, obreros , los que son marginados, pisados en su dignidad, explotados, abusados, violados.  A los jóvenes a quienes negamos oportunidades en la vida y a todos los que dejamos vegetar en la pobreza en un país tan rico, perdón pueblo perdón señor”, refirió el padre.

Agregó que no basta pedir perdón, que debemos entrar seriamente en un proceso de conversión personal y social. Un dialogo serio entre todos sobre el futuro de nuestro país, de nuestro pueblo, de los jóvenes y de todos lo que el señor nos ha regalado.

El monseñor también criticó que hablemos con orgullo de estar en cuarto lugar en producción de soja, y con eso envenenamos nuestra tierra, destruimos la agricultura familiar y producimos migración forzada.

En tal sentido indicó que es urgente una conversión total del modelo de producción del proyecto país y una conversión hacia la reforma agraria acompañada ya que el 2% de la población tiene alrededor de 80% de tierra en su mano.

Por último pidió al Poder Judicial que den justicia a los pobres y desamparados realmente,  y a las autoridades encargadas de la seguridad dejar de estar involucrados ellos mismos en los delitos.

Más de 2.000 nativos del Chaco y de la Región Oriental participaron este domingo de la novena en Caacupé como todos los años.

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