Morales y Arce profundizan sus diferencias en el inicio del congreso del MAS que impulsa el «evismo»

La Paz.-El expresidente de Bolivia Evo Morales calificó hoy de «histórico» el congreso del Movimiento al Socialismo (MAS) que formalizaría su candidatura para las elecciones de 2025, mientras el actual mandatario, Luis Arce, dijo que el encuentro «es un atropello» a las organizaciones sociales, en plena pelea dentro de la fuerza oficialista.

El inicio del décimo congreso del MAS en la localidad de Lauca Ñ, en el departamento de Cochabamba, disparó las diferencias que se manifiestan entre Morales y Arce, su hasta hace poco «delfín», que se encaminan a dirimir sus diferencias en las urnas como candidatos de sellos distintos.

«Con dignidad y consciencia revolucionaria derrotaremos el plan para sabotear el 10° Congreso Ordinario del MAS-IPSP en Lauca Ñ, encuentro histórico que consolidará la unidad del Instrumento Político del Pueblo y retomará el rumbo de la Revolución Democrática y Cultural en beneficio de los más humildes», afirmó Morales en la red social X (antes Twitter) al comienzo del encuentro.

«Vamos a cuidar al MAS-IPSP como garantía de la estabilidad política por encima de las provocaciones del divisionismo», añadió.

El principal desafío del encuentro del sector «evista», que se extenderá hasta el jueves con la participación de más de 3.000 delegados de diferentes organizaciones sociales del país, será renovar la conducción partidaria y quizás se proclame a Morales formalmente como candidato para 2025.

Pero el partido llega con una profunda división, y los «arcistas» no solo no estará en el congreso, sino que además le restan validez con el argumento de que no cuenta con la participación de las organizaciones fundadoras del partido.

«La convocatoria a este congreso forzado es apenas de cinco representantes [para cada organización] y eso es un atropello a las organizaciones sociales que hoy son despojadas de su propio instrumento político», afirmó el mandatario boliviano durante el discurso que pronunció ante los dirigentes de la Federación de las Comunidades Interculturales que se reunieron hoy en La Paz, para analizar la situación del partido.

“Hay un irrespeto a nuestras organizaciones sociales, no se toma en cuenta ese carácter fundacional y del papel tan importante en el logro de los avances sociales que han sido producto de su lucha”, sostuvo, según la agencia de noticias estatal ABI.

El sector de Arce decidió no asistir al congreso y convocó a una gran movilización y cabildo el 17 de este mes en El Alto, de donde «saldrán resoluciones importantes, en el marco del respeto y madurez política que siempre ha caracterizado a las organizaciones sociales”, ponderó el jefe del Estado.

Con respecto a las conclusiones del congreso, el diputado arcista Israel Huaytari señaló que su bloque “romperá” el documento y no acatarán cualquier resolución o manifiesto que decida este encuentro.

“De las conclusiones del trópico de Cochabamba, cualquier documento y conclusión que se emita, lo vamos a romper el documento y no vamos a acatar ninguna decisión de las conclusiones de ese congreso”, dijo el legislador, según el portal de noticias Unitel Bolivia.

El actual presidente fue el ministro de Economía de Morales en buena parte de su mandato y se lo considera responsable de ejecutar la «resurrección» de Bolivia a partir de un osado plan económico-financiero.

Tras el golpe de estado de noviembre de 2019 y la perspectiva de nuevos comicios, con Morales fuera del país, el exmandatario lo señaló como postulante del MAS.

Pero la independencia creciente de Arce ya en el poder y las sucesivas declaraciones de su antecesor, con cuestionamientos al accionar del Ejecutivo y contra algunas designaciones de ministros, fueron desgastando el vínculo.

El caso emblemático fue el del ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, destituido por la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP, parlamento) con el voto aliado de opositores y el sector de Morales, en el hecho que probablemente inició la escalada final.

En un gesto de fortaleza, y de abierto enfrentamiento, Arce lo devolvió al cargo dos días después con un mecanismo hasta desafiante: lo destituyó con un decreto y lo restituyó con otro.

No es el único dirigente cercano a Arce con el que Morales aparece ensañado: el vicepresidente, David Choquehuanca -canciller de Morales durante años-, también está señalado por su tibieza para defender las conquistas del MAS.

A favor de Arce, en cambio, juega el pronunciamiento de las cinco organizaciones que integran el llamado Pacto de Unidad en el que se basa el poder partidario: la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo, la Confederación Sindicalista de Comunidades Interculturales de Bolivia (Cscib) y la Confederación de Pueblos Indígenas (Cidob).

Según Huaytari , la dirigencia del Congreso del MAS “abandonó” a las organizaciones sociales que conforman el Pacto de Unidad y que no las tomaron en cuenta para estar presentes en el encuentro.

“Ellos han abandonado al Pacto de Unidad, abandonaron a nuestras organizaciones sociales”, dijo.

En ese marco de hostilidad interna, Morales acusó hoy al Gobierno de Arce de enviar policías infiltrados al congreso del MAS para provocar desórdenes y activar granadas de gas.

«Oficiales de la Policía de élite están planificando cómo meter bombas por acá», dijo Morales en su discurso inaugural, y añadió: «Ojalá que Lucho (Luis Arce) y Choquehuanca no vengan a ‘gasificar’ nuestro congreso del MAS».

Ante esto, la multitud respondió: «¡Lucho traidor!», consignó la agencia de noticias Sputnik.

La seguridad del congreso no está a cargo de policías sino de la guardia sindical, conformada por miembros de la comunidad campesina rural con chalecos que llevan la leyenda «Guardia congresal», que con ayuda de bastones de madera y detectores de metales realizan los controles.Télam.

Compartir: