Murray reta al rey de la tierra batida

Madrid.-  El mejor Andy Murray sobre tierra reta este domingo al rey de esta superficie, Rafael Nadal, en la final del Mutua Madrid Open, donde de ganar el español al británico se quedaría a tan solo dos títulos de igualar al jugador que más trofeos ha levantado sobre arcilla, el argentino Guillermo Vilas.

Al ganar en Buenos Aires el título 46 sobre tierra batida, Nadal tiene a tiro alcanzar al mítico «gaucho» esta temporada. Para eso debe ganar en Madrid, luego en Roma y lograr su décimo Roland Garros después.

Este sábado dio un paso de gigante al derrotar al checo Tomas Berdych por 7-6 (3) y 6-1 en una hora y 43 minutos, y luchará así por el quinto título en Madrid, diez años después de conseguir el primero en el Róckodromo ante el croata Ivo Ljubicic, en su séptima final, tercera consecutiva.

Más entrada la noche, Murray sentenció con más facilidad de lo previsto ante el japonés Kei Nishikori, finalista el pasado año, por 6-3 y 6-4 una hora y 37 minutos, para ganar su octavo partido consecutivo en tierra, en dos semanas históricas para él, pues llega de ganar en Munich su primer título en esta superficie y alcanzar ahora en la capital española su primera final en arcilla en un Masters 1.000.

El balance de Nadal-Murray es desesperante para el británico pues el de Manacor lleva ventaja de 15-5, con un devastador 6-0 sobre tierra.

No obstante, el de Dunblane ha sido capaz de arrebatar tres sets al mejor jugador de la historia sobre esta superficie y afronta este partido con una dinámica ganadora, sabiendo que ahora debe demostrar la técnica y la paciencia que aprendió en la academia Sánchez-Casal de Barcelona en su juventud, de la mano del venezolano Daniel Valverdú, ahora técnico de Berdych.

Se enfrentará Murray a un Nadal crecido y con unas sensaciones muy positivas, diferente al que cayó ante el italiano Fabio Fognini en Barcelona. La derecha del jugador de Manacor se ha ido reconstruyendo paso a paso en Madrid, y si contra el búlgaro Grigor Dimitrov ya mostró signos de eficacia destructiva, ante Berdych fue la culminación.

La solidez inicial que el checo demostró en los inicios de partido quedó reducida a cenizas después. Berdych, verdugo de Nadal en el Abierto de Australia, donde cortó la racha de 17 derrotas ante el español, quedó minimizado al final de la contienda, convertido en un espectador más, disperso y distraído por el reflejo de los abanicos de los espectadores de la Caja Mágica, muy diferente al Berdych que tumbó a base de concentración al americano John Isner.

Como toda la semana, Nadal fue de menos a más, pero este viernes jugó su partido más completo, más al estilo Nadal, incisivo y dominador. Recuperando sus sensaciones, y con saque resolutivo, para lograr la final sin ceder un solo set .

«Hoy no ha sido vulgar, sino de un nivel alto», dijo Nadal sobre su derecha, «si no, no hubiera ganado a Berdych. Creo que he hecho el mejor partido del torneo sin duda, he apretado las cosas por donde tenía que apretar y desde luego hacía mucho tiempo que no jugaba a este nivel. Es una victoria una de las más importantes para mi desde hace tiempo», señaló con optimismo.

«El trabajo importante de la semana está hecho», sentenció Nadal que aspira este domingo, cuando Manolo Santana, director del torneo celebra su 77 cumpleaños, a ganar su título 28 de un Masters 1.000

Murray logró imponerse al verdugo de David Ferrer en semifinales, a base de constancia. Ganador del torneo en 2008, sobre pista dura cuando se impuso a Roger Federer en semifinales y luego al francés Gilles Simon en la lucha por el título, ya sabe adaptarse a la tierra.

Desde que el torneo cambió de superficie al año siguiente, Murray no había pasado de los cuartos en Madrid, con salidas en esa ronda en 2009 (ante el argentino Juan Martín del Potro), 2010 (ante Ferrer) y 2013 (Berdych). Su mejoría en esta superficie es un hecho tras lograr en Munich el título 32 de su carrera, ratificado con su triunfo ante Nishikori, reciente ganador en la tierra de Barcelona.

Largos peloteos desde el fondo, cruce de reveses y dejadas mortíferas marcaron el último duelo individual de la jornada, otra gran batalla en la que el británico logró la cuarta victoria en cinco encuentros sobre el japonés.

Murray, que ha logrado recuperarse después de vencer al alemán Philipp Kohslchreiber el jueves a las tres de la madrugada, supo ganar el primer set con una rotura en el séptimo, y anular la ventaja del japonés en el segundo, cuando dispuso de un punto para el 3-1. Después su brega le dio el triunfo a la primera oportunidad, con un fallo del japonés.

(ip/efe)

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