Niños de comunidad Mbyá Guaraní retoman escolaridad tras inclusión al Tekoporã

Asunción, IP.- La Secretaría de Acción Social (SAS) informó que los niños del Pueblo Mbyá Guaraní que integraron el coro que había cautivado al Papa Francisco en su visita a nuestro país, se encuentran actualmente incluidos al programa social Tekoporã, permitiéndoles cursar sin inconvenientes el periodo escolar, ya que no deben salir más a las calles a trabajar.

“Gracias al programa Tekoporã nosotros tenemos poco ausentismo, anteriormente los chicos salían mucho ya sea en el peaje o en el centro de Encarnación a pedir limosna y eso hoy se ha mejorado muchísimo, prácticamente el 95 por ciento de los niños de la comunidad están escolarizados”. Parte de lo expresado el director de la Escuela N° 7354 Guavirami, Nelson Chileno, asentado en el distrito de Trinidad, departamento de Itapúa.

El Pueblo Mbyá Guaraní ganó prestigio internacional con el coro que cautivó al Santo Padre en su visita a nuestro país en el mes de julio del 2015. La música y el arte son elementos vitales de las familias de una comunidad modelo protegidas en su totalidad por Tekoporã.

La Escuela de la Comunidad Guavirami donde asisten los infantoadolescentes Foto: SAS

El profesor Nelson Chileno, trabaja muy de cerca con los niños y niñas de la Comunidad Guavirami, una comunidad modelo, resultado del trabajo articulado que realiza la SAS con otras instituciones. Allí Tekoporã recoge hoy sus frutos, ya que los hijos e hijas de las 38 familias incorporadas al Programa social reciben educación y nutrición segura para su formación integral.

Estos niños que años atrás deambulaban por las calles, están actualmente escolarizados y reciben no solamente el contenido académico sino además la estimulación temprana en sus talentos individuales y artísticos, con la oportunidad de transmitir su propia historia y difundir una cultura ancestral digna de ser preservada.

El trabajo en equipo es lo que destaca el profesor Chileno, “es un esfuerzo en conjunto con el Líder de la comunidad y con los profesores, la incorporación de las familias a Tekoporã ha mejorado notablemente este proceso desde hace dos años”, manifestó.

Un total de 160 personas habitan en las 50 hectáreas de bosque de Guavirami, donde las familias conservan aún sus viviendas rurales en contraste con la infraestructura moderna instalada en el acceso principal de la comunidad.

Los niños asisten con normalidad ahora a las clases desde la inclusión de sus familias al programa social de la SAS Foto: gentileza

Obras construidas por el Gobierno Nacional mediante un esfuerzo articulado con instituciones públicas y la Entidad Binacional Yacyretá. Hoy la comunidad ya no se encuentra anegada luego de grandes lluvias, porque cuenta con un puente de hormigón armado que reemplazó al de precaria madera que los aislaba completamente.

Hoy cuentan con áreas destinadas a aulas, salones multiuso, guarderías, baños sexados y otras comodidades que permiten incorporarlos a un esquema de aprendizaje inclusivo donde el proceso de higiene y el vínculo con el mundo moderno los conducen a nuevos hábitos que mejoran su calidad de vida.

Con un esquema plurigrado que contempla el ciclo de preescolar hasta el noveno grado, los 65 alumnos comparten en dos turnos el salón comunitario utilizado como aula para recibir un proceso de aprendizaje que los prepara para experimentar en un futuro cercano una realidad diferente a la de sus padres.

De hecho, sostiene el profesor Chileno que hoy ya no estén en las calles, ya es un gran paso, antes no salían del peaje y del centro incluso en días de llovizna. “Tekoporã ha permitido que se alejen de esa realidad que los exponían a peligros mayores en las calles”.

Propiciar nuevos hábitos requiere de herramientas adecuadas, sobre todo para pequeños acostumbrados a una libertad prácticamente absoluta, por ello a través del Programa Abrazo, los niños y niñas desarrollan durante horas matutinas o vespertinas actividades como manualidades, dibujo, y pintura, estimulando así el aspecto cognitivo- psicológico.

Este año la Escuela N° 7354 tendrá su primera promoción, un grupo de niños y niñas estarán culminando el noveno grado y están pendientes de un convenio para que puedan proseguir sus estudios en la ciudad de Encarnación, nos comenta el docente, “ya que ellos deben acudir a un centro para iniciar el nivel medio y no abandonar sus estudios”.

La Comunidad Guavirami, tiene un lazo muy fuerte con su cultura, el pueblo Mbyá Guaraní lo traduce en sus artesanías y en su música. Fusionan el trabajo artesanal con la música fabricando ellos mismos sus instrumentos musicales.

Los docentes se muestran comprometidos con esta tarea, acompañando a los líderes y artesanos a enseñar a los alumnos el arte de fabricar, una actividad manual que los motiva y da vuelo a su creatividad. Esa que está presente en el espíritu del pueblo aborigen transmitiendo lo más puro que aún tienen para ofrecernos, “su esencia”, una identidad tan suya como nuestra.

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