«Nunca se avanzó tanto en la soberanía energética» como en el actual Gobierno, destacó director de la EBY

Asunción, Agencia IP.- El director ejecutivo de Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos, destacó que durante el actual Gobierno se ha construido la infraestructura necesaria para que el país avance hacia su soberanía energética.

Duarte Frutos se reunió este martes con el presidente Mario Abdo Benítez para abordar sobre la política energética nacional, que en la fecha también da un importante avance con la cancelación de la deuda contraída para la construcción de la represa de Itaipu.

El director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) señaló que esto se suma a hitos anteriores, como la habilitación de dos líneas de transmisión desde la hidroeléctrica de la EBY para la ANDE, que permitieron por primera vez en el 2021 el retiro de la totalidad de la energía que le corresponde a Paraguay.

Mismas obras se emprenden para el retiro de la totalidad de la energía desde la hidroeléctrica de Itaipu, con dos nuevas líneas de 500kV y una subestación que se espera esté habilitada en el mes de marzo.

Duarte Frutos destacó que estas obras ponen a Paraguay en mejores condiciones de negociación con Argentina y Brasil con respecto a las tarifas energéticas de las hidroeléctricas compartidas.

Anteriormente, la incapacidad de poder retirar toda la energía generada que correspondía al país limitada la capacidad de negociación.

Cancelación de deuda para construcción de Itaipu

El director de la EBY recordó que cuando fue presidente de la República (2003-2008) se obtuvo la eliminación de la doble tasa de intereses, que se aprobó en el 1996 y «atentaba contra los intereses del país», según señaló.

Esta doble tasa significó que se cobraban intereses por el préstamo adquirido para la construcción y otros intereses que se ajustaban a la inflación de Estados Unidos, al pasar el préstamo a dólares.

Con la cancelación de estos intereses (también llamado doble indexación) en el 2007 se permitió un ahorro de US$ 13.000 millones, con lo que no hubiera sido posible la cancelación final de la deuda al día de hoy, y cerca de los 50 años de vigencia del Tratado.

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