Obispo pidió redoblar esfuerzos a favor de la juventud y criticó duramente a la clase política

Caacupé, IP.- El monseñor Ricardo Valenzuela, en su homilía, destacó los avances que se dan en algunos sectores de la sociedad, pero también mencionó su preocupación sobre los atrasos que se padecen en otros. Pidió redoblar los esfuerzos a favor de la juventud paraguaya y a los candidatos que no prometan lo que no van a cumplir.

El obispo comenzó su reflexión alabando todas las iniciativas que vienen realizando los jóvenes, al tiempo de resaltar la necesidad de abrir la mente y el corazón a la acción del espíritu santo para que la iglesia sea encarnada en la vida de los jóvenes, para que pueda escuchar sus inquietudes y necesidades.

“Necesitamos una iglesia que pueda llegar especialmente  a los que viven asilados, olvidados por la sociedad, que podamos formarnos para llegar a esos jóvenes que vienen reclamando de manera urgente nuestra atención, dedicación y cuidado”, expresó.

Dijo que preocupa la acentuada gravedad de la crisis de la moral pública y privada, de la vida política y de la administración judicial, de la situación de injusticia social y económica de la nación.

“Se nota en forma generalizada ese gran descontento de grandes sectores ante la conducta de nuestros dirigentes y autoridades que parecen desconocer esta realidad”, manifestó.

Agregó que “reconocemos que hay avances importantes en muchos sectores, hay muchos avances ciertamente, pero así también vemos con mucha preocupación algunos atrasos que padecemos en otros sectores, que las autoridades no pudieron o no quisieron superar”.

Recordó que sigue habiendo escuelas sin techos, hospitales sin medicamentos y también a los cinco secuestrados por la banda criminal autodenominada EPP. “Pasaremos otra Navidad de ellos”, dijo.

En otro momento lamentó que el sector estatal esté sobrepoblada de gente y mucha de ellas deshonestas y de actos de corrupción, que nos dejan mirando de manera desvergonzada los robos en el manejo de bienes y fondos públicos.

Mencionó también que desde los puestos de oficinas y grandes cargos se producen toda clase de actos de abuso del presupuesto nacional y por lo tanto, refirió, que no tendremos la conciencia tranquila si no denunciamos a los corruptos y clamamos justicia, no podemos permanecer indiferentes, el silencio nos convierte en encubridores, aseguró.

Hablando de justicia, comentó que la nuestra se encuentra en sus horas más delicadas, ya que no es pronta ni barata y responde al poder político. La balanza se inclina dependiendo del lado donde se ubica quien tiene más influencias.

Monseñor Ricardo Valenzuela.
Foto: IP

“Los que deshonran las instituciones democráticas deben ser investigados y sancionados porque son una ofensa para la República”, agregó.

Por otro lado, afirmó que necesitamos promover una conciencia y una verdadera convivencia ciudadana, ya que estamos en tiempos de elecciones.

En tal sentido solicitó a los candidatos que busquen el bien común que no se realicen componendas políticas desechando principios morales y éticos.

“Que no prometan cosas que no van a cumplir, pea ñande mbohasy (eso nos enferma). No pretendan el triunfo a base de engaños que oscurecen cada vez más a los políticos de nuestro país”, afirmó.

Subrayó que si los paraguayos queremos sumarnos a la construcción de un país más justo debemos pregonar con fuerza los criterios de la justicia social, reclamando nuevos líderes y sobre todo honestos y patriotas.

Insistió que la corrupción es una de las causas del triste estado de cosas que está viviendo la nación y reclamó que el ejemplo no venga de arriba hacia abajo y que haya sanción a las faltas.

Por ultimo dijo que “le pedimos un poco más a los candidatos, no nos trunquen el sueño a los siete millones de paraguayos. Que no nos roben la última gota de esperanza”.

Cabe mencionar que este es la primera homilía del monseñor Valenzuela en la misa central de la festividad de la Virgen de Caacupé.

El presidente y vicepresidente de la República, ministros del Poder Ejecutivos y autoridades de otros poderes del Estado participaron de la celebración eucarística que congregó a miles de personas como todo los años.

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