Obispos se pronuncian sobre varios temas de la realidad nacional en cierre de asamblea ordinaria

Asunción, Agencia IP.- Los obispos católicos del Paraguay concluyeron ayer viernes su 231ª Asamblea General Ordinaria, en la que reflexionaron sobre diversos temas de la realidad nacional sobre los cuales emitieron un comunicado.

Compartimos a continuación los temas abordados y el posicionamiento de los obispos, según el documento difundido por la Conferencia Episcopal Paraguaya.

Elección de Ministro de la Corte Suprema de Justicia

  • Reiteramos nuestra preocupación en relación con toda acción que debilite la independencia judicial y propicie una posible manipulación política en el grupo de magistrados responsables de velar por la equidad, la jurisprudencia, el derecho y la aplicación recta de las leyes nacionales en el marco jurídico establecido por la Constitución Nacional.

La justicia debe ser independiente para reencausar la honorabilidad y credibilidad de nuestras instituciones.

Defensoría del Pueblo

  • Manifestamos nuestra indignación e inquietud por el acelerado proceso para la elección del Defensor del Pueblo. Un cargo de esa naturaleza requiere reflexión, atención y una selección desinteresada.

Lamentamos el acelerado proceso que priva de una sana reflexión y amplio debate sobre el perfil del más preparado para asumir este cargo

Realidad Nacional

La problemática de la tierra:

Hacemos un llamado a los hermanos sacerdotes a acompañar a nuestra gente del campo, a reflexionar sobre la problemática de la tierra, crear conciencia y asistir a las víctimas de injusticia. Urge impulsar un proyecto para promover la reforma agraria.

Exhortamos a todos los sectores a promover un verdadero diálogo en torno a la tierra con enfoque concreto y profundo.  Se requiere una mirada profunda de la problemática relacionada con la tenencia y propiedad de la tierra, juzgarla en equipo desde elementos históricos y elaborar propuestas desde la Doctrina Social de la Iglesia.

La inequidad social:

Se observa una profundización de la inequidad en diversos sectores y ámbitos: educación, tierra, salud, trabajo, indígenas y campesinos.

Estamos en un contexto muy difícil no hay una propuesta clara ni un apoyo adecuado para el desarrollo de la Agricultura Familiar campesina e indígena, una agricultura que provea alimento a la gente; más bien se privilegia la agricultura a gran escala para la exportación. En este sentido faltan políticas tendientes a una planificación territorial que posibilite el desarrollo y la convivencia armónica de los diversos modelos de producción.

Esto va unido a impuestos injustos. Constatamos falta de oportunidad para los pobres. En este sentido, muchas de las leyes aprobadas para instituciones del estado van en desmedro de los más pobres. Nos preocupa la falta de diálogo y escucha.

En un contexto de inequidad social, se debe apostar a la base estable de una sociedad  que es la familia. Se sugiere proponer al Estado que promueva y acompañe a las familias para fortalecerlas. Vemos como una alternativa válida la creación del Ministerio de la Familia.

La inseguridad:

Es urgente que nuestras autoridades tomen medida para evitar  el avance de la inseguridad en las diversas comunidades.

El narcotráfico ha permeado las instituciones públicas y se actúa con violencia atentando contra la vida con absoluta normalidad. Vemos el preocupante aumento del sicariato, feminicidio, robos y asaltos con derivación fatal, entre otras manifestaciones de la inseguridad creciente.

El gobierno y las instituciones responsables deben redoblar esfuerzo para devolver la tranquilidad y paz a nuestro pueblo.

La Iglesia y su misión:

Debemos priorizar la evangelización. Necesitamos dimensionar y atender lo humano en el proceso de la evangelización. Además, se ve necesario evangelizar el ámbito de la política y de los políticos, desde la propuesta de la Doctrina Social de la Iglesia, para que amen la patria y no solo sus intereses.

En la clausura del Congreso Eucarístico Nacional en Caacupé, los obispos del Paraguay ofrecimos un gesto de comunión. Vemos necesario ofrecer otros gestos comunes. En ese sentido, la Jornada Mundial de los pobres, que se recordará el próximo domingo 14 de noviembre, se constituye en una oportunidad para dar el gesto de unidad de las diócesis y que en cada parroquia se pueda tener un espacio para compartir el pan y acciones de cercanía con los pobres.

La Conferencia Episcopal Paraguaya propone dedicar el año 2022 al laicado. Esta iniciativa pastoral es una oportunidad para abordar los grandes temas enunciados al ver la realidad nacional y eclesial y encarar acciones que posibiliten la conversión personal y la transformación social, reforzando lo que ya se está realizando en las diócesis del país.

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