Asunción, IP.- La Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional (OSIC), dirigida por el maestro Diego Sánchez Haase, iniciará su Temporada Oficial Internacional 2020, Este jueves a las 20:30, en la Sala de Convenciones del Banco Central del Paraguay (BCP), con acceso libre y gratuito.
La OSIC dedicará su temporada 2020 a celebrar los 250 años del nacimiento de Ludwig van Beethoven, acaecido en Bonn, Alemania, el 16 de diciembre de 1700.
Como evento central de dicho homenaje, la OSIC interpretará – por segunda vez en sus ocho años de existencia – el ciclo completo de las nueve sinfonías de Beethoven, y lo hará con frecuencia de una sinfonía por mes.
El repertorio de cada uno de estos nueve conciertos estará inspirado en una célebre frase de Ludwig van Beethoven.
Así mismo, cada una de las sinfonías será acompañada en el programa por una obra de similar relevancia en la historia de la música, entre las que se encuentran los tres últimos Conciertos para piano y el Triple Concierto, de Beethoven, además de obras de Brahms, Dvorak, Manuel de Falla, Schumann, y otros grandes compositores universales.
A diferencia de los ciclos oficiales anteriores, el de este año abarcará nueve conciertos (de marzo a noviembre) en lugar de ocho (de abril a noviembre).
Tres décadas de Dirección Orquestal
El director de la OSIC, maestro Diego Sánchez Haase, celebrará también en el 2020 sus 30 años de dirección orquestal, al cumplirse tres décadas de su debut con la batuta, el 23 de noviembre de 1990, en el Teatro Municipal de Asunción, presentándose en aquella ocasión como director invitado de la Orquesta de Cámara Municipal de Asunción, cuando contaba con 20 años de edad.
El primer concierto y la primera frase
El primer concierto del Ciclo Oficial Internacional de la OSIC llevará como frase inspiradora la que dice: “Nunca rompas el silencio, si no es para mejorarlo”, pronunciada por Beethoven.
En ese sentido, el repertorio a ser presentado será el siguiente:
- van Beethoven: Sinfonía n. 1, Op. 21, en do mayor y J. Brahms: Sinfonía n. 1, Op. 68, en do menor. “Ambas sinfonías rompieron un largo silencio para mejorar la música. Beethoven estaba por cumplir 30 años de edad cuando estrenó su Primera Sinfonía, y trataba de consolidar su propio lenguaje, intentando alejarse de las influencias de Haydn y de Mozart.
Es la primera sinfonía de la Historia de la Música que empieza con un acorde disonante, y sugiriendo otra tonalidad que la original. Los dos primeros compases tienen dos silencios significativos, que representan una búsqueda, una exploración de nuevos caminos.
Es importante señalar que esta sinfonía se estrenaba en Viena el 2 de abril de 1800, y con el acorde disonante inicial se comenzaba un camino de exploración armónica que duró cien años, y que finalizó con la descomposición del sistema tonal, en 1900”, afirma el maestro Sánchez Haase.
Con respecto a la Primera Sinfonía de Brahms, Sánchez Haase señala que “el compositor tardó 20 años en componerla y estrenarla, pues sentía enormemente sobre sus espaldas el peso de la tradición sinfónica beethoveniana. Muchos músicos la consideraron como “la décima sinfonía de Beethoven”. Lo cierto es que Brahms logra una obra poderosa, brillante y enorme, y con ella abre el camino para legarnos sus cuatro sinfonías, que son de las más grandes de la historia de la música”.
“Una batuta para Beethoven”
En actividad paralela a la interpretación del ciclo de las sinfonías, la OSIC se encuentra desarrollando el Taller “Una batuta para Beethoven”, de Dirección Orquestal e Interpretación de las Sinfonías de Beethoven, que se ha iniciado en febrero pasado y que durará hasta noviembre.
Del taller participan más de 30 jóvenes directores provenientes de Paraguay, Argentina, Brasil, Venezuela, España y Corea, y se constituye en una brillante oportunidad para que los mismos puedan profundizar sus conocimientos estilísticos sobre las sinfonías de Beethoven, y puedan desarrollar sus ideas interpretativas con largas prácticas de dirección junto a una orquesta de alto nivel profesional, como lo es la OSIC.