Londres.-La batalla del Brexit y el debate por el No Acuerdo se convirtió en una cuestión personal para el primer ministro británico. Jo Johnson, hermano del premier, ministro de negocios y ex periodista, decidió renunciar en la mañana del jueves y abandonar la política, desgarrado por las lealtades a su familia y a los intereses nacionales.
“Ha sido un honor representar a Orpington por 9 años y servir como ministro bajo tres primeros ministros. En las recientes semanas , fui desgarrado entre mi lealtad familiar y los intereses nacionales. Es una irresoluble tensión y es un momento para otros para tomar mi rol como diputado y ministro”, escribió Jo Johnson en su tuit de renuncia.
Un indicio de las horrendas tensiones en Downing St, cuando la estrategia electoral de Boris ha volado por el aire y no tiene plan B. Ha quedado bloqueado en su propia trampa y no encuentra la salida. El timing de la renuncia de su hermano no puede ser peor para Boris Johnson. Ahora presentará el lunes una nueva moción para una nueva elección general, tras la votación por ese mismo tema que perdió en la noche del miércoles en la Cámara de los Comunes.
El clan Johnson hasta ahora había conseguido sobrevivir a sus diferencias. Su padre, su hermana Rachel y su hermano Leo son pro europeos. Jo también, pero creía que podría moderar a su hermano, cuyo objetivo es seguir siendo primer ministro. Pero el Brexit destrozó esa delicado equilibrio y Jo prefirió abandonar la política antes que romper las lealtades a su tribu familiar.
Es solo una cuestión de tiempo. La elección británica va a suceder pero es un problema de calendario. Va a haber un nuevo voto para una elección general el lunes. Lo anunció Boris en la Cámara de los Comunes, y podrían extender la fecha de la suspensión parlamentaria tres días.
Los laboristas han presionado a su líder, Jeremy Corbyn, de no aceptar una elección antes que se cumpla el plazo del 31 de octubre para irse de la John McDonnell, chancellor laborista en las sombras, dijo que «Boris Johnson es un chico teniendo una pataleta” y «el laborismo son los padres diciendo que debe controlar su timing”. «Su intención es un Brexit sin acuerdo y luego, hacer un equipo con Nigel Farage”, el partido del Brexit.
«Nosotros tenemos que bloquear un Brexit sin acuerdo. Todo lo que estamos haciendo es para proteger al país”, reflexionó.
Por eso en la noche del miércoles consiguieron postergar una elección que el gobierno pedía para el 15 de octubre. Eso no significa que el laborismo va a seguir bloqueando una elección. Pero será cuando se asegure la legislación para impedir que Gran Bretaña se pueda ir de la UE sin acuerdo, como quiere Boris.
Todos temen que si no lo garantizan legalmente, Boris puede intentar irse sin acuerdo el 31 de octubre de todas maneras. Eso es lo que quieren frenar los legisladores con absoluta certeza.
Con mentalidad de periodista, Boris le lanzó al “speaker “de la Cámara de los Comunes cuando le negaron la elección: «Es la primera oposición en la historia que expresa confianza en su gobierno” . La negativa no estaba en sus planes y menos, la acción transversal para oponerse a su pedido.
La Cámara de los Lores sesionó toda la noche. El gobierno dejó de interferir con enmiendas de los Lores Brexiteers la legislación para impedir que el reino se vaya sin acuerdo. La legislación estará lista este jueves a las 5 de la tarde. Es probable que no regrese a la Cámara de los Comunes sino que vaya directamente en busca del consentimiento real que se necesita para que se promulgue, antes de la suspensión parlamentaria.
Boris desesperadamente necesita una elección o deberá renunciar si no quiere ser quien pida a la Unión Europea una prórroga, como le exige el Parlamento. Por eso pedirá el lunes una nueva elección a los legisladores. Si pierde, puede haber un voto de confianza y deberá irse. Pero la fluidez de esta crisis no tiene precedentes y la historia se va reescribiendo cada minuto. La crisis constitucional británica no tiene antecedentes y unos y otros están frente a “aguas inexploradas”.
Aunque Boris Johnson ya está en campaña electoral anticipada y viajará este jueves al condado de Yorkshire para anunciar el reclutamiento de 20.000 policías en los próximos tres años. Un proyecto irreal en estas horas. Recibió al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y al vicepresidente norteamericano Mike Pence en Downing St, que lo alentarán como aliados en su Brexit duro.
Los laboristas resisten una elección si antes no pasó la ley del No Acuerdo con consentimiento real.Temen las trampas de Boris L. os laboristas presionan a Corbyn para una elección en noviembre, así Boris se ve forzado a conseguir la extensión europea o renunciar.
La estrategia de Boris, su fracaso, la actual parálisis y tres derrotas en 48 horas enfrentaron al primer ministro con Dominic Cummings, su maoísta estratega. Todos piden su cabeza y ellos han tenido un violento enfrentamiento tras la primera derrota.
Cien legisladores conservadores le exigen que lo eche y que reincorpore a los legisladores Tories , que expulsó por decisión de Cummings y a los que maltrató cuando eran históricos del partido. Todos el Parlamento les hizo un homenaje en medio del caos a Philip Hammond, ex Chancellor de las finanzas, a Ken Clarke, el Padre de la Casa, a Dominic Grieve, ex procurador de la Corina, a Nicholas Soames, el nieto de Winston Churchill, que fueron echados por no votar con el gobierno.
Una sanción ejemplar de Boris que se ha convertido en boomerang. Ahora está frente a su cuarta derrota. Deberá reinstalarlos porque se ha quedado no solo sin mayoría sino sin 21 diputados Tories. Su asociación conservadora echó a Hammond. Pero la ex ministra de inmigración, Caroline Enokes reveló que la suya quiere que se presente en la próxima elección como candidata Tory. Una demostración que Boris ha dividido su partido, aún más que antes , con un ideología autoritaria y paradójicamente, stalinista. Son tiempos ambiguos en Gran Bretaña.
Sajid Javid,el chancellor de las finanzas de Boris, dijo que “no es lo que quiere ver. Ellos son mis colegas y amigos”. Hubo un fuerte enfrentamiento entre los ministros de su gabinete y Boris, a quien le exigieron que los reincorpore.
Nadie sabe exactamente que pasa en estas horas. El alto tribunal se va a expedir el jueves sobre el desafío legal de Gina Miller y John Major a la suspensión del Parlamento por 5 semanas decidida por el primer ministro británico.
La suspensión del Parlamento se ha vuelto un problema para Boris. Sin sesiones no puede pedir una nueva elección general ni declararla. Por eso deberá postergar su suspensión al menos por unos días.