Asunción, IP.- El Día Mundial de Refugiado se celebra cada 20 de junio, para mostrar nuestra solidaridad con los refugiados y con las comunidades que los acogen. Paraguay no estuvo ajeno a la conmemoración.
En sede de la Cancillería Nacional se realizó un acto con la presencia del vicecanciller, Federico González, la vicepresidenta de la República, Alicia Pucheta y el representante de la Oficina Regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Michele Manca Di Nissa.
El vicecanciller manifestó que el Día Mundial del Refugiado constituye una expresión de solidaridad con las personas que han sido desarraigadas de sus hogares por la guerra o por las persecuciones.
“No se trata de compartir una carga sino de compartir una tremenda y enorme responsabilidad mundial de todos nosotros, basada tanto en la idea general de que todos somos humanos, en primer lugar, como en las obligaciones específicas contraídas en virtud del derecho internacional”, afirmó.
Dijo que los problemas fundamentales son las guerras y el odio, no las personas que huyen. Los refugiados están entre las primeras víctimas del terrorismo, lastimosamente, lamentó.
Agregó que es desgarrador que se cierran fronteras, que personas perezcan en tránsito y que tanto refugiados como migrantes sean rechazados en contravención de los derechos humanos y el derecho internacional.
“El costo humano es inmenso, millones de empleos perdidos, millones de niños que pierden su escuelas, vidas atormentadas por el trauma y la intolerancia”, refirió.
Por su parte el representante de Acnur leyó el mensaje del Alto Comisionado, Filippo Grandi, con motivo del Día Mundial del Refugiado, quien sostuvo que hoy es un día para mostrar nuestra solidaridad con los refugiados y con las comunidades que los acogen.
“A medida que los conflictos estallan, se reabren, persisten y se agravan, millones de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares cada día. Nueve de cada diez se encuentra dentro de sus propios países o en países vecinos y el impacto es enorme, tanto para los refugiados como las comunidades que le abren las puertas”, afirmó.
Manca Di Nissa destacó la importancia de las cifras de desplazamiento forzado, y que detrás de cada número hay una historia humana.
Comentó que al final del 2017, el ACcnur informó que había 68,5 millones de personas forzosamente desplazadas de sus hogares, de estos 19,9 son refugiados, 3,1 son solicitantes de asilo y 40 millones son personas que han debido dejar sus hogares pero buscando seguridad y protección pero no han cruzado una frontera internacional.
“Es el quinto año consecutivo que el número de las personas las que se ven obligadas a dejar su hogares crece. El año pasado 2,9 millones de personas se convirtieron desplazados forzados y son cinco los países de los cuales las personas huyen, Siria, Afganistán, Sur Sudán, Miama y Somalia”, mencionó.