Participantes de Tekoporã promueven huertas urbanas en Central

Asunción, Agencia IP. – El ingenio y resiliencia identifican a la mujer paraguaya, sin dudas éstas cualidades resaltan más en aquellas que deben realizar malabares cuando la necesidad se acrecienta, tal es el caso de Salvadora y Auda, titulares de derecho del programa de protección social, quienes destinaron recursos de sus transferencias para proyectar huertas de autoconsumo.

Si bien la idea original era abastecer necesidades básicas del hogar como el consumo familiar, la dedicación y el esfuerzo permitieron dar fuerza a sus respectivos emprendimientos volviéndolos rentables en poco tiempo, informó el Ministerio de Desarrollo Social (MDS).

Así relata con gran energía Salvadora Medina, oriunda de J. Augusto Saldívar, madre de un niño que si bien requiere de su plena atención no impide que algunas madrugadas en la semana se dirija al Mercado N° 4, al de San Lorenzo o al Abasto para llevar sus mercaderías.

Salvadora nos cuenta que inició su proyecto familiar invirtiendo recursos de Tekoporã con la intención de aumentar productos de consumo para la canasta familiar, atendiendo a que el programa tiene como premisa la corresponsabilidad y la seguridad alimentaria de niños y niñas.

Foto: MDS

Luego fue observando que con las transferencias podría ir comprando semillas, las que con paciencia y dedicación cultivó durante un buen tiempo. Esto obviamente dio sus frutos y hoy puede cubrir no sólo la demanda de alimentos en casa, sino aumentar sus ingresos con la venta de sus productos.

“Realmente estoy muy contenta con el programa, pude sacar provecho de mi platita, sin descuidar a mi hijo, porque sé que Tekoporã es para que a ellos no les falte nada”, dice con gran convicción Salvadora.

Auda Medina, de Ypané, incursionó en un emprendimiento similar, en la actualidad cosecha lechugas, tomates, locotes, frutilla, mandioca, zapallito.

La reinversión es parte del plan de negocios de ambas participantes, ya que la generación de ganancias por la colocación de sus productos les permite comprar más semillas e insumos para potenciar sus huertas.

Ambos testimonios dan cuenta que la vulnerabilidad no condiciona a quienes atraviesan por momentos difíciles, a quienes sólo requieren de oportunidades para salir adelante, a quienes asumen la corresponsabilidad de mejorar todos los días un poco dando lo mejor de sí mismas.

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