Asunción, IP.- El Ministerio de la Mujer y ONU Mujeres, presentaron este martes en Asunción, el informe Progreso de las mujeres en América Latina y el Caribe 2017, oportunidad en la que hicieron un llamado a proteger los avances alcanzados, superar los obstáculos y generar políticas públicas que permitan que las mujeres puedan empoderarse económicamente.
La presentación estuvo a cargo de Raquel Coello, especialista regional de ONU Mujeres en Empoderamiento Económico y de Verónica Serafini, economista paraguaya, quien expuso sobre datos del país, en relación a los diversos aspectos que aborda la publicación. Del encuentro también participó la viceministra de Igualdad y No Discriminación, Claudia Garcia.
En ese sentido, Verónica Serafini, comentó que en la última década en América Latina, se ha notado un cambio demográfico importante, además de lo referente a la economía, logrando muchos de los países reducir los índices de desigualdad, en la mayoría de ellos la pobreza y aumento en los niveles de educación.
Mencionó que la creciente participación laboral de las mujeres en la región contribuyó de manera significativa a la reducción de la pobreza y la desigualdad. Pero alertó que sin medidas decididas para mantener lo alcanzado, las brechas de género en la región podrían volver a profundizarse.
En la mayoría de los países del Caribe, la probabilidad de caer en estado de vulnerabilidad es significativamente más alta en los hogares liderados por mujeres.
Reconoció que se dio un aumento en la participación economía de las mujeres, sin embargo está podría haber sido mayor teniendo en cuenta el potencial que tienen las mismas en cada uno de los países.
Hoy el empoderamiento económico de las mujeres cobra más importancia que nunca si el objetivo de la región es erigir economías más prosperas, resilientes y con mayor igualdad de género.
Asimismo hizo mención a las brechas de desigualdad que se siguen manteniendo, es decir desarrollan trabajos precarios que traen consigo baja remuneración y con menor índice de seguridad social, lo que su vez genera que en su adultez sean más dependientes.
Al ser requerida acerca de cuál es el factor que influye para que el hecho mencionado anteriormente siga perpetuándose, aseguró que “el trabajo doméstico en los hogares sin haberse podido salir y socializar con el resto de la sociedad es uno de los determinantes de esta situación”.
Para evitar retrocesos, superar los obstáculos y avanzar en el empoderamiento económico de todas las mujeres, ONU Mujeres expuso estrategias que se enfoquen en el debate abierto donde se involucren todos los sectores para generar alianzas entre mujeres de distinta condición socioeconómica. La implementación de políticas públicas es una condición esencial para el éxito de cualquier acción que busque promover su empoderamiento económico.
Situación actual de Paraguay
Sobre el caso puntual de Paraguay, dijo que el país sudamericano es uno de los que cuenta con mayor participación de mujeres en la economía, no obstante ello se da en un contexto poco ideal.
En ese sentido explicó que “muchas trabajan por cuenta propia, en el sector agrícola trabaja pero no tiene remuneración, las jóvenes gana mucho menos, están más desempleadas pese a que estudiaron más. Es decir podemos encontrar diferentes grupos que particularmente están en desventaja”.
En otro momento manifestó que las mujeres le dedican más tiempo al hogar y al cuidado, aun cuando desempeñan labores profesionales, en relación a los hombres. “La responsabilidad en un país como Paraguay todavía se recarga en las mujeres de las familias ni con los hombres ni el Estado tiene un rol importante”, añadió.
Sobre el punto destacó la necesidad de que ambos, tanto el hombre como la mujer se involucren de la misma forma en el cuidado de los hijos, y no que está última se lleve la mayor carga de responsabilidad, “pues criar hijos sanos contribuye al desarrollo de un país”, reflexionó.
Los principales desafíos son muy claros en primer lugar generar una política de cuidado, que actualmente Paraguay viene trabajando en su diseño, integrada a una serie de acciones de protección social que debe ser mucho más amplia. En ese ítem citó la posibilidad de que las mujeres trabajadoras puedan acceder a una mejor cobertura social.
Como otro punto destacado figura la necesidad de que la política agropecuaria y laboral tenga un enfoque de género, pues sostuvo que no pueden tratar igual a hombres y mujeres porque está última tiene problemáticas distintas a la de los hombres, por lo tanto se precisan de estrategias que permitan eliminar los obstáculos para que las mujeres puedan integrarse al campo laboral.
“Las mujeres han aumentado sus niveles de ingresos, importante en términos de autonomía económica, siendo Paraguay uno de los países con tasas de jefaturas más altas de América Latina, sin embargo debemos de seguir trabajando porque aún falta mucho por avanzar”, refirió finalmente.