Asunción, IP.- Especialistas del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Medicas de la Universidad Nacional de Asunción recomiendan redoblar la atención ante los riesgos que puede acarrear el agua acumulada de las piscinas para la piel y ojos, teniendo en cuenta la llegada del verano y el mayor aprovechamiento que se hace en esta temporada de piscinas y balnearios.
Según la doctora Romy Giardina, dermatóloga del centro medico, durante la temporada de calor tendemos a prestar más atención en proteger nuestro cutis del sol, algo muy imprescindible para prevenir la aparición de manchas solares, quemaduras o melanomas, pero no tenemos en cuenta que el agua de la piscina también tiene riesgos para la piel, pudiendo provocar infecciones y pequeños sustos si no se toman las medidas necesarias; en especial las de concentración masiva, pueden ser foco de infecciones para las personas, especialmente para los niños, señala.
“Debemos tener en cuenta que los productos químicos que se utilizan para tratar el agua de las piletas, tanto de las casas como de los clubes o balnearios, pueden generar reacciones en la piel, como irritaciones e infecciones, además de la resequedad que produce”, señala la profesional.
Uno de los problemas más comunes en las piscinas son los hongos, microorganismos que provocan infecciones como la onicomisosis, que puede causar la destrucción de la uña y provocar infecciones de piel; por lo que el cloro es el químico usado para la desinfección del agua; y este mismo puede producir daños colaterales, como secar, agrietar y descamar la piel, así como puede dejar el pelo de color verdoso; para prevenirlo es aconsejable ducharse al salir de la piscina a fin de retirar los restos del químico y secarse completamente; y la aplicación de una crema hidratante es fundamental como medida de cuidado.
Del mismo modo el especialista en Oftalmología, doctor Juan Carlos Ginés, manifestó que tanto las aguas de cauces naturales como el de piscinas, y más aún si son de concentración masiva, pueden causar irritaciones e infecciones en los ojos.
“Tanto las bacterias, como los productos químicos que se usan para depurar el agua pueden causar irritaciones e infecciones en los ojos; como la conjuntivitis y otros; además en el caso de las piletas que son tratadas no existe la certeza de una efectividad del 100% sobre la depuración de aguas; por ello hay que extremar precauciones como usar los lentes que sirven para entrar al agua a modo de protección, y además tener en cuenta las recomendaciones sanitarias sobre los sitios aptos o habilitados para el baño”, acotó.
Por su parte la Dra. Leticia Fariña, Otorrinolaringóloga, advierte sobre otro de los males y de los cuales los niños son los más propensos en sufrir, como la conocida otitis externa, que es una inflamación que afecta a la piel de la parte externa del oído y su aparición se relaciona directamente con el baño en playas o piscinas.
Para prevenirla se recomienda moderar el tiempo de permanencia en el agua, un niño no debería pasar más de 20 o 30 minutos seguidos en la piscina; debe descansar fuera del agua al menos 30 o 40 minutos antes de volver a nadar; no mojarse los oídos en la ducha y nunca lavar con jabón o champú el conducto auditivo; ante otitis muy rebeldes.
El médico puede recomendar el uso de tapones o soluciones que ayuden a restablecer el pH del conducto auditivo; no usar hisopos para limpiar el oído, pues el cerumen es su protección natural; por otro lado, este hábito puede provocar lesiones en el conducto auditivo e incluso en el tímpano. Sólo se puede limpiar el pabellón auricular (la oreja).
Se recomienda consultar con un especialista si el niño se queja de picazón o dolor de oídos, especialmente si se ha expuesto a humedad excesiva o ha usado hisopos; aplicar una o dos gotas de alcohol boricado en el lado afectado, mover la oreja de modo a ayudar el ingreso de las gotas y dejar actuar.
Cabe mencionar que el Hospital de Clínicas cuenta con servicios de Emergencias tanto para adultos como pediátricos, con consultorios clínicos, dermatológicos, y de oftalmología.