Buenos Aires.- El precandidato presidencial de la conservadora Propuesta Republicana (Pro), Mauricio Macri, prometió hoy eliminar las restricciones cambiarias en Argentina si gana las elecciones del próximo octubre, informaron medios locales.
El líder de PRO, Mauricio Macri; la candidata a gobernadora de la provincia, María Eugenia Vidal, y el referente partidario Javier Castrilli recorrieron el municipio de La Matanza. / clarin.comAMPLIAR
“Hoy, el dólar es un tema de preocupación porque nadie puede ahorrar en pesos porque la moneda está enferma con la inflación. La vamos a curar y vamos a tener nuestra moneda sana. Eso va a acabar con el conflicto”, sostuvo hoy Macri en declaraciones a una radio local.
El alcalde de Buenos Aires, uno de los favoritos según las encuestas para las próximas elecciones presidenciales de octubre, fue consultado sobre cómo manejaría el tipo de cambio en un eventual gobierno suyo. “Lo dejo flotar como corresponde. Lo dejo que la gente compre y venda dólares porque van a sobrar los dólares en Argentina desde diciembre en adelante, porque vamos a restablecer la confianza”, aseguró a la radio La Red.
“Con confianza vienen las inversiones, las fábricas. Vamos a tener que sostener el tipo de cambio porque seguramente van a venir tantos recursos que lo que va a pasar es lo que pasó en Brasil, donde el tipo de cambio tendió a apreciarse”, añadió Macri. El líder del Pro, que esta semana sumó el apoyo de la histórica Unión Cívica Radical, pidió “un sistema en el que el dólar no sea el centro de la sociedad” y afirmó que, en caso de ganar “a partir de diciembre no hay cepo”.
Las restricciones cambiarias fueron implementadas por el Gobierno de Cristina Fernández en 2011 con el fin de proteger las reservas internacionales del país sudamericano, controlar la cotización del peso frente al dólar y evitar la fuga de capitales. Entre las medidas gubernamentales, figuran fuertes limitaciones a la compra de divisas y la imposición de una tasa del 35 por ciento a los pasajes aéreos y paquetes turísticos internacionales y a las compras con tarjeta en el extranjero. Además, las restricciones provocaron la aparición de un mercado cambiario paralelo, en el que la brecha entre la cotización del dólar oficial y el ilegal ronda el 50 por ciento.