Presidente reivindica éxito de su gobierno en fortalecer la institucionalidad y consolidar la democracia

Asunción, Agencia IP.- En su último informe ante el Congreso Nacional, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, afirmó que la gran obsesión de su gestión gubernamental ha sido fortalecer la institucionalidad y consolidar la democracia, lo que, según dijo, ha tenido un año más de éxito.

De conformidad con lo establecido en la Constitución Nacional, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, expuso su informe de gestión ante el Congreso Nacional, respecto a las acciones y políticas de gobierno desarrolladas en el periodo del 1 de julio del 2022 al 1 de julio de este año. Se trata del quinto y último informe de gestión entregado por el mandatario al Parlamento.

En ese contexto, también habló del desafío que se tiene por delante en la política paraguaya en términos de institucionalidad democrática. “El objetivo principal y más preciado de esta administración, consolidar la democracia, ha tenido un año más de éxito”, afirmó.

Sostuvo que dentro del régimen democrático, los gobernantes pueden tener aciertos y errores y en ese sentido, mencionó que fuera del espacio definido por las instituciones, toda acción de gobierno estará siempre injustificada. “Por eso, mi gran obsesión ha sido fortalecer la institucionalidad”, subrayó.

Afirmó que tras un año más de mandato, los hechos siguen hablando por sí solos y revelan un transparente compromiso republicano con el imperio de la ley. Dijo que la prueba más relevante es que se discute legítimamente sobre logros y materias pendientes del gobierno.

“Sin embargo, no se habla de concentración del poder, quiebre institucional o intromisión en la justicia», dijo.

«Después de décadas de manipulación constitucional, estos últimos doce meses son el cierre de un quinquenio de pacificación en términos institucionales, que permitió depurar el escenario público de personalismos e imposiciones mayoritarias, y establecer los consensos plurales como el valor esencial de la actividad política”, aseveró.

El mandatario señaló que, como muestra final, es que no han habido episodios inquietantes para la continuidad institucional, y que próximamente entregará el mando tras unas elecciones nacionales que lo han tenido solo como uno de sus garantes.

“Pronto pasaré a ocupar el lugar que, desde mi juramento como presidente de República y por lealtad cívica, dije que ocuparía”, indicó.

Igualmente, el gobernante insistió que este ha sido un nuevo año transitado por el camino de la institucionalidad, sin interferencias indebidas en los demás poderes del Estado y comprometidos únicamente con el deber de mejorar las condiciones de vida de los paraguayos.

El jefe de Estado dijo también que los demócratas tienen la obligación de proteger a los más vulnerables y garantizar la igualdad real de oportunidades.

“Hoy, gracias al esfuerzo de tantos funcionarios patriotas, vemos con satisfacción cómo los números de nuestra gestión, en este último año, siguieron ingresando a las páginas de la historia y solo esperamos, genuinamente, que continúen creciendo y fortaleciendo las bases de ese Paraguay pujante, que se destaca por la capacidad de trabajo de su gente”, expresó.

Agradecimiento al apoyo del Congreso

Por otro lado, expresó su gratitud a todos los senadores y diputados que hicieron parte de este periodo en el que me tocó conducir la administración general del país. “Con coincidencias y discrepancias, siempre en el marco de la tolerancia democrática, supimos encontrar la manera de trabajar juntos en tiempos difíciles”, añadió.

Señaló que podrá haber diferentes corrientes de pensamiento, pero el pueblo paraguayo al que nos debemos es uno solo y el manejo de la cosa pública no admite privilegiar sectores.

Asimismo, saludó a la nueva integración del Poder Legislativo y a sus autoridades recientemente designadas. Ustedes son los elegidos para representar, a lo largo de estos cinco años que vienen, las múltiples ideas y convicciones que conviven en nuestra sociedad.

Finalmente refirió que el apoyo y control al Poder Ejecutivo, sobre la base de disensos razonables, es trascendental para generar políticas que garanticen el bienestar de todas las personas.

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