Carmelo Peralta, IP.- El presidente Mario Abdo resaltó que la construcción del nuevo puente internacional entre Paraguay y Brasil, en el Chaco, permitirá concretar “la tan anhelada conectividad bioceánica” y representa a la nueva etapa de integración que se vive en la región.
El mandatario destacó que las obras viales elevarán notablemente la productividad y competitividad de la producción paraguaya, al permitir un nuevo paso fronterizo con el Brasil y la conexión con el Corredor Vial Bioceánico.
Para el departamento de Alto Paraguay representará un motor de desarrollo y hará que la región empiece a “migrar de producción ganadera a producción agrícola”, manifestó el presidente.
Este sábado se realizó el lanzamiento de la licitación para el diseño de ingeniería del puente, lo que significa el inicio oficial de la obra.
El jefe de Estado señaló que desde su campaña presidencial contaba con el anhelo de lograr nuevos puentes con el Brasil. Relató que en un encuentro con el ahora ex presidente Michel Temer se propuso que el segundo puente con este país, en Alto Paraná, sea financiado por la Itaipu Binacional, a lo que se suma el proyecto del tercer puente, ahora en el Chaco.
Indicó que como el puente en Alto Paraná es licitado por el Gobierno brasileño, solicitó que este puente a ser construido en Alto Paraguay sea financiado y licitado por Itaipu en su lado paraguayo, posibilitando la participación de empresas paraguayas.
La obra se espera que esté culminada en abril de 2023 y en su construcción se prevé el empleo directo para unas 1.000 personas.
Integración regional
El mandatario destacó que en la última Cumbre del Mercosur el proyecto fue mencionado por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, como una iniciativa que permitirá contar con la conectividad bioceánica.
Abdo agregó que para el Paraguay representa la oportunidad de elevar su productividad y competitividad, “conectándonos al mundo en este momento de integración”, dijo en referencia al acuerdo alcanzado entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).
Este acuerdo, alcanzado tras 20 años negociaciones, abre las puertas para el bloque sudamericano a un mercado de 500 millones de consumidores, con un PIB per cápita de US$ 34.000, resaltó el mandatario.