Puerto de Asunción busca renacer de sus cenizas y erigirse en faro cultural

Asunción.- El histórico edificio del Puerto de Asunción aguarda ser restaurado en un proyecto destinado a erigirlo en faro cultural y también a mantener viva la memoria de su antiguo esplendor, cuando fue el foco de la navegación fluvial del país hasta su posterior decadencia, con el auge de los puertos privados.

La puesta en valor del edificio, cuya construcción se remonta a finales del XIX, se enmarca dentro del proyecto de reconversión del centro histórico de Asunción e incluirá la habilitación en su interior del futuro Museo Nacional de Arte, además de otros espacios dedicados al ocio.

El proyecto, impulsado por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, busca recuperar para la ciudadanía una zona que un día fue vital para el desarrollo de la ciudad y para todo el país suramericano, a través de las embarcaciones y paquebotes que desde el puerto surcaban el río Paraguay hasta diversos puntos del territorio nacional.

Una historia que dio comienzo en torno a 1890 con la construcción de tinglados, galpones y algunos muelles de madera, tal y como recoge Ángel Sosa en su libro «Puerto de Asunción».

Y que cobra vigor a partir de 1904, con la instalación de las oficinas de la Dirección General de Aduanas y Puertos, para en 1927 instalarse en la modernidad con la concesión de los servicios a la Asunción Port Concession Corporation, de capital estadounidense.

Es entonces cuando el edificio blinda su estructura con hormigón armado y fortifica los muelles del puerto con paredes de mampostería, que elevaron su cota hasta los 10,25 metros.

En 1961, cuando la Asunción Port Concession Corporation dejó de administrar el predio, surge la última versión del edificio, con su planta alta alzándose sobre la bahía de Asunción y la remodelación de sus fachadas, que pasaron de aberturas de arcos de medio punto a aberturas de geometría recta, según consta en un comunicado del Ministerio de Obras Públicas.

Para entonces el puerto propulsaba un importante flujo de transporte de pasajeros, que accedían por las aguas del Paraguay a puntos del territorio nacional y de la vecina Argentina.

El cabotaje nacional, cuya actividad se concentraba en la Playa Montevideo y en el área del edificio portuario, alcanzaba a puntos tan lejanos del país como Concepción, Puerto Antequera o Puerto Pinasco.

Embarcaciones nacionales como el «Presidente Stroessner o el «Presidente Carlos A. López», y argentinas como el «Ciudad de Corrientes», «Ciudad de Buenos Aires o «Ciudad de Mar del Plata», formaron parte del paisaje del puerto hasta una fecha no tan lejana como 1994.

Luego vendría el decaimiento de ese servicio, debido al costo del pasaje y principalmente a la pujante demanda de otros tipos de transporte como el de carretera o el ferroviario.

Quedaba, sin embargo, el trafico comercial, con el puerto concentrando la totalidad de las operaciones de exportación e importación, de acuerdo con los datos de la Administración Nacional de Navegación y Puertos.

Según el ente, ese periodo tuvo su punto más álgido entre la década de los ochenta y el 2008, cuando las instalaciones portuarias llegaron a reunir a unos 2.000 funcionarios.

Y de nuevo la decadencia, esta vez por la llegada de los puertos privados, a través de una ley que en 1994 oficializó esa actividad y su proliferación, de forma que hoy controlan el tráfico de carga fluvial.

En la actualidad, la principal actividad del Puerto de Asunción se reduce a la importación de productos de la industria metal mecánica o químicos, mientras que las exportaciones e importaciones se dan en el puerto de Villeta, a unos 35 kilómetros de Asunción.

Con el plan de restauración del Ministerio se pretende revivir la intervención arquitectónica de 1961, añadiendo iluminación exterior y destaque de fachadas, lo que implicará la demolición del 68% de los entrepisos del edificio.

Para luego renacer en un referente cultural de la ciudad desde un área que conecta una de las puntas del paseo de la bahía de Asunción con el antaño pulmón comercial de la calle Colón.

Para ello, el Ministerio ha abierto una licitación internacional que demanda un presupuesto de 3,7 millones de dólares y un plazo de ejecución de 16 meses.EFE

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