Asunción, Agencia IP.- Las enfermedades reumatológicas afectan también a niños y adolescentes, descartando el concepto erróneo de que esta patología solo la padecen los adultos mayores. Sin embargo, con un correcto tratamiento, estas personas pueden realizar actividades acordes a su edad, que antes le eran impensadas.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social recomienda tener en cuenta las enfermedades reumáticas ante síntomas que pueden confundirse con otras patologías. En ese sentido, hay signos que pueden asociarse a varias patologías.
Las dolencias e inflamación en una o varias articulaciones, pérdida de fuerza muscular, el cansancio y decaimiento, la pérdida de peso, fiebre recurrente o por tiempo prolongado, ganglios en cuello y axilas, manchas en el rostro y en la piel y anemia son algunos de los síntomas y signos que pueden asociarse a varias patologías, entre ellas las enfermedades reumáticas; aunque son las menos frecuentes, deben tenerse en cuenta como un diagnóstico diferencial.
Atención en Hospital Pediátrico Acosta Ñu
La doctora Cynthia Vega, reumatóloga pediatra del hospital general Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, mencionó que atiende a pacientes provenientes de todas las regiones del país y que organizar el consultorio para tratar a niños y jóvenes con diagnósticos complejos se ha convertido en un desafío para lograr la adherencia al tratamiento.
Un ejemplo de ello es el consultorio para pacientes con diagnóstico de lupus – enfermedad autoinmunitaria, crónica, que generalmente afecta a adolescentes, aunque ven casos en niños muy pequeños. Estos niños y jóvenes son examinados en un solo día por todos los especialistas que necesitan; si bien se trata de una jornada larga y agotadora, tanto para los pacientes como para sus padres, esta acción posibilita brindar un mejor tratamiento.
Además de agilizar las consultas médicas, otras ventajas, los padres pueden organizar su día laboral y los niños evitan ausentismo escolar, ya que todas las atenciones médicas se centran en un solo día.
Esta es apenas una de las afecciones tratadas en el “Acosta Ñu”; también ven con frecuencia casos de artritis idiopatica juvenil, vasculitis, morfea, entre otras. El éxito del tratamiento depende, en gran medida, de varias acciones, como el cumplimiento de las visitas programadas con el especialista en salud y con las indicaciones del médico, ya sea con la medicación, alimentación y los ejercicios.
Con ello se trata de evitar que los pacientes sufran dolores, tengan secuelas, e incluso, y –dependiendo del diagnóstico- internaciones hasta en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Un sueño cumplido
La doctora Vega, habló sobre uno de los casos que atiende, Víctor es un pequeño paciente de 13 años, que es uno de los tantos niños que pueden llevar una vida similar a la de otros, mediante las drogas que suministra el Ministerio de Salud Pública, el INAT y la Fundación Santa Librada, a través de las gestiones del departamento de Servicio Social del hospital Pediátrico.
A Víctor (13), le diagnosticaron una enfermedad reumatológica hace 6 años y, tras recibir diferentes tratamientos en el “Acosta Ñu”, entre ellos una droga biológica con ingeniería genética, logró cumplir un gran sueño y desafío al cuerpo: jugar al fútbol.
Víctor, un chico de 13 años, cuenta -mientras recibe su tratamiento- que cada 15 días sale de Yataity del Norte –departamento de San Pedro- junto a su madre, camino al hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”. A los seis años, le diagnosticaron AIJ, enfermedad crónica que causa dolor e inflamación articular.