Relatora de ONU pide a Brasil contención ante eventual desalojo de indígenas

Ginebra.- La relatora de la ONU sobre pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, pidió hoy al Gobierno de Brasil que garantice los derechos del pueblo guaraní-kaiowá, tras recibir informaciones sobre el posible desalojo forzado de sus tierras ancestrales.

Invocó por ello a Brasil «a que respete plenamente» los derechos de esos grupos indígenas, conforme a los estándares internacionales.

La filipina Tauli-Corpuz dijo que son muy preocupantes las informaciones de que «la policía está preparada para desalojar por la fuerza a indígenas guaraníes-kaiowá de sus tierras», en el estado de Mato Grosso do Sul (oeste de Brasil).

Según la experta en derechos humanos, unos 6.000 indígenas rechazan abandonar sus tierras y han advertido de que están dispuestos a resistir hasta la muerte a una eventual acción policial.

Según las informaciones recibidas por la relatora, efectivos policiales se encuentran en ciertas comunidades indígenas desde el pasado sábado y, aunque todavía no se ha producido ningún desalojo, se teme que se intente aplicar una orden judicial emitida en julio que lo permite.

«Los pueblos indígenas no deben ser reubicados en otras tierras… no debe haber reubicación sin su consentimiento libre, informado y por anticipado», mencionó Tauli-Corpuz.

Agregó que ninguna acción de este tipo debe tener lugar sin un acuerdo previo que establezca una compensación justa y con la opción de retorno, cuando sea posible.

En el estado de Mato Grosso do Sul persiste una problemática de propiedad de tierras tradicionales sin resolver, teñida por episodios de violencia, recordó la relatora, que mencionó la lucha de décadas que protagonizan guaraníes-kaiowá para recuperar su control.

«Esto ha llevado a ataques continuos contra comunidades por parte de milicias aparentemente pagadas por agricultores no indígenas y hacendados que tienen claros intereses comerciales en la región, relacionados sobre todo con la producción agrícola a escala industrial», señaló la relatora.

Como parte de este patrón de violencia, unos 290 indígenas han sido asesinados, entre ellos algunos de sus líderes, desde 2009.

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