Rousseff pone al presidente del Banco do Brasil al frente de Petrobras

Brasilia.- El encargado de reflotar la petrolera Petrobras, la mayor empresa pública de América Latina, lastrada por un escándalo de corrupción que le ha hecho perder casi dos terceras partes de su valor, será Aldemir Bendine, de 52 años, hasta ahora el presidente del Banco do Brasil, uno de los mayores bancos públicos brasileños.

Bendine, pues, sustituirá a Graça Foster, que ha estado al frente de la empresa estatal hasta que esta semana se hiciera público que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, había decidido destituirla, informa el diario Español el Pais.

Rousseff ha sugerido el nombre de Bendine al Consejo de Administración de Petrobras que, reunido este viernes, ha validado la propuesta, según la prensa brasileña. El hasta ahora presidente del Banco do Brasil ha desarrollado toda su carrera dentro de esta institución. Empezó en 1978 y asumió su presidencia en 2009.

Los que le conocen lo describen como un técnico muy cualificado en los medios financieros. Ahora, este especialista del sector de la banca deberá demostrar que sabe manejarse también en el actualmente convulso mundo del petróleo. No solo eso: Petrobras, con 86.000 empleados, atraviesa un periodo tormentoso, carcomida por una investigación judicial que sacude Brasil.

El mercado no acogió muy favorablemente el nombre del nuevo presidente de Petrobras. De hecho, las acciones bajaron un 7% tras saberse el nombre del futuro hombre fuerte de la petrolera.

Los analistas coincidían en señalar que Bendine se ha llevado siempre bien con los políticos que se encontraban por encima de él, lo que llevaría a pensar que Rousseff ha nombrado a alguien dócil que aceptará las directrices que le lleguen del Gobierno.

Bendine no aparecía en las primeras quinielas, lo que, en principio, indica que a Rousseff le ha costado mucho encontrar un candidato dispuesto a colocarse al frente de una empresa que está en la actualidad en la mira internacional de todos los periódicos, con el precio del petróleo a la baja, sacudida por revelaciones cada día y envuelta en un proceso judicial de futuro más que incierto. Todo esto ha repercutido en la marcha económica de Petrobras y, de paso, en la del país entero, dadas las dimensiones colosales de la empresa.

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