Rusia anuncia ejercicios militares navales con China

Moscú.- Rusia anunció hoy que varios de sus buques de guerra participarán en unas maniobras con la marina china a partir de esta semana.

En un comunicado, el Ministerio ruso de Defensa indicó que las maniobras tendrán lugar del 21 al 27 de diciembre en el mar de China Oriental, y que incluirán ejercicios conjuntos de lanzamiento de misiles y de artillería, entre otros.

«El principal objetivo de los ejercicios es reforzar la cooperación naval entre Rusia y China, y mantener la paz y la estabilidad en la región Asia-Pacífico», prosiguió en su mensaje el ministerio.

Según la misma fuente, Rusia desplegará el crucero lanzamisiles Varyag y la fragata Maréchal Chapochnikov, así como dos corbetas, informó la agencia de noticias AFP.

Por su parte, de acuerdo al ministerio ruso, China enviará dos destructores, dos lanchas patrulleras, un buque de abastecimiento y un submarino diésel.

«En los ejercicios se emplearán aviones y helicópteros de la flota (rusa) del Pacífico y de la marina china», precisó el ministerio de Defensa ruso.

A fines de noviembre Rusia anunció que una escuadrilla de bombarderos estratégicos rusos y chinos habían efectuado una vigilancia aérea sobre el mar de Japón y el mar de China Oriental.

En los últimos meses, Rusia ha tratado de fortalecer sus vínculos con los países asiáticos, sobre todo con China, como respuesta a las sanciones occidentales impuestas a Rusia tras su ofensiva contra Ucrania.

Moscú y Beijing se presentan como contrapeso geopolítico frente a Estados Unidos y sus aliados.

China no condenó la invasión militar de Rusia en Ucrania, pero, pese a la amistad «sin límites» que afirma tener con Moscú, se negó a apoyar a Rusia con armas.

La región de Asia-Pacífico es una zona estratégica tanto para Estados Unidos como para China y Rusia.

Estados Unidos realiza un equilibrio entre sus esfuerzos en Ucrania, donde busca responder a las acciones de Rusia, y su estrategia en Asia para disuadir a China especialmente de cualquier avance en Taiwán.

Washington y Beijing arrastran una larga historia de tensiones, especialmente debido a la balanza comercial e históricas disputas geopolíticas, además del contraste ideológico y político.

Este año, la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, a la isla de Taiwán, cuya soberanía reclama China, tensó aún más los vínculos entre ambas potencias.

China considera que Taiwán es una parte de su territorio y busca retomar el control, por la fuerza si fuera necesario.

Tras la visita de Pelosi, Beijing realizó maniobras militares a gran escala alrededor de la isla.

Beijing arremete contra las acciones diplomáticas que puedan otorgar legitimidad a Taiwán y ha respondido con creciente indignación a las visitas a la isla por parte de altos cargos occidentales y políticos.

Washington, por su parte, sostiene que la política estadounidense hacia Taiwán no ha cambiado y que se sigue oponiendo a cualquier cambio unilateral en el status quo de la isla.

En este contexto de agudización de la rivalidad, el presidente chino, Xi Jinping, se reunió con su homólogo estadounidense Joe Biden en la cumbre del G20 en noviembre.

Ambos prometieron rebajar las tensiones y trabajar para aminorar las brechas entre ambas potencias. Télam

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