Siguen las protestas en Irak pese a la renuncia del Primer Ministro Adel Abdel-Mahdi

Irak.- La renuncia del primer ministro de Irak, Adel Adel-Mahdi, que fue presentada por escrito ante el Paralamento, no hizo que cesaran las protestas, que continuaron en Bagdad y en las provincias del sur iraquí, aunque sí remitió la violencia de estas manifestaciones.

La hornada de hoy en Irak fue de duelo por las víctimas mortales de los pasados dos días. En el sur del país, las autoridades provinciales decretaron tres días de luto por la muerte de al menos 46 manifestantes en los pasados dos días en la ciudad de Nasiriya, en una de las jornadas más sangrientas que ha vivido Irak desde el inicio de las revueltas populares el 1 de octubre.

Esa escalada de violencia fue determinante para que el primer ministro presentara ayer su dimisión, que hoy fue aprobada por el Consejo de Ministros y entregada por escrito al Parlamento, en vísperas de la sesión extraordinaria de mañana en la que los diputados pueden retirar su apoyo a Abdelmahdi.

«La dimisión de Abdel-Mahdi ha sido presentada por escrito a la presidencia del Parlamento de manera oficial hoy por la tarde», aseguró a Efe el portavoz del primer ministro, Saad al Hadizi.

En Bagdad miles de personas siguen reunidas hoy en la céntricas plazas Tahrir y Al Julani, donde la calma predomina después de momentos de tensión entre manifestantes y fuerzas de seguridad a lo largo del día, informó a Efe una fuente de seguridad que pidió anonimato, informó Télam.

Según la fuente, las manifestaciones son pacíficas en estos momentos en la ciudad de Nasiriya, en el sur de Irak, donde esta mañana centenares de personas han cercado la sede de la comandancia de la Policía de la provincia de Di Qar.

La remisión de la violencia también se debe al llamamiento a la calma y la mediación de líderes tribales y autoridades religiosas, lo que provocó que los manifestantes se retiraran del las inmediaciones del edificio, donde esta mañana las fuerzas de seguridad intentaron dispersar a la gente con disparos al aire.

Luego que el pasado miércoles los manifestantes irrumpieran en el consulado iraní de Nayaf, también en el sur de Irak de mayoría chiita, hubo una escalada de violencia que fue condenada por las principales autoridades de esa rama del islam y líderes políticos y desembocó en la renuncia del primer ministro.

También se aprobó la dimisión del director de la oficina de Abdel-Mahdi, así como la del secretario general del Consejo de Ministros, según un comunicado.

Por su parte, la Corte Suprema de Justicia aseguró que se castigará «severamente» a los agresores de ciudadanos y manifestantes pacíficos, durante las protestas, en las que ya han muerto cerca de 400 personas desde que se iniciaron el 1° de octubre último.

La Comisión de Derechos Humanos iraquí, un organismo público e independiente del gobierno, anunció que está reuniendo y documentando todas las evidencias que demuestran la implicación de los que han cometido graves violaciones de derechos humanos y libertades para presentar las quejas a la Fiscalía General.

Los manifestantes piden un cambio completo de Gobierno al considerarlo corrupto y responsable de los problemas económicos que sufre el país, sobre todo en el sur rico en petróleo, donde la población no se beneficia del «oro negro».

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