Asunción, IP.- La situación en la penitenciaría de Ciudad del Este, donde se registró un brote de COVID-19 entre los internos y funcionarios, se encuentra controlada mientras que funcionarios de Salud trabajan intensamente en identificar los contactos de funcionarios del penal y judiciales que hayan pasado por el mismo.
El viceministro de Atención a la Salud, Juan Carlos Portillo, indicó que se espera un contagio masivo entre los 1.178 internos y funcionarios. En estos momentos se está tomando las muestras de todos y para el fin de semana se tendrán los resultados para tomar una decisión informada.
“El penal en sí no representa mayor riesgo de propagación, pero es cierto que hay que identificar a todos los contactos de los guardiacárceles y funcionarios judiciales para medir el grado de contagio dentro de los núcleos sociales”, señaló Portillo.
Desde ayer miércoles los guardiacárceles y demás funcionarios guardan cuarentena en albergues y son trasladados hasta la penitenciaría en tres grupos de trabajo para turnos rotativos. Agregó que los funcionarios viven en barrios definidos y muchos son vecinos, lo que reduce las probabilidades de propagación del virus respiratorio.
En el caso de los internos, señaló que fue sorpresivo ya que en este penal no se recibían visitas. De igual manera, las autoridades sanitarias recabaron información en entrevistas con los reos de que muchos ya poseían síntomas leves de COVID-19 hace unos días.
Indicó que la penitenciaría funciona a modo de albergue y de los casos registrados solo uno está internado por un cuadro respiratorio. Sumado a los síntomas leves que presentan otros internos hay bajas probabilidades de casos graves entre la población, destacó el viceministro en entrevista con Radio Nacional.
Las más de 1.100 muestras serán enviadas vía aérea al final de este jueves, lo más probable. Se espera en 48 horas tener los resultados laboratoriales y tener una decisión sobre cómo continuar, señaló.