Suiza allana la filial del HSBC y ordena una investigación criminal

Ginegra.-La fiscalía busca información relacionada con cuentas y clientes titulares de fondos procedentes de infracciones penales.

Por primera vez desde que se conoció en 2008, a través de la «lista Falciani», la utilización de cuentas en la filial helvética del banco HSBC para evadir impuestos, la Justicia suiza abrió hoy una investigación penal contra esta filial, algo que ya se ha hecho en otros países.

La instrucción ha sido abierta por el Ministerio Público del cantón de Ginebra por la información existente del delito de lavado de dinero, y de inmediato ha dado lugar al registro de las oficinas del banco en esta ciudad.

El registro fue dirigido por el procurador general, Olivier Jornot, y por el primer procurador, Yves Bertossa.

«He decidido, tras las informaciones aparecidas en la prensa, abrir una investigación penal para verificar los reproches que eventualmente se pueden hacer al banco», dijo Jornot a los periodistas presentes en el exterior de los locales.

Indicó que los registros continuarían durante el día para «asegurar las pruebas necesarias».

«Se trata de datos en cantidades muy importantes. Buscamos todas las informaciones relacionadas con cuentas y clientes titulares de fondos procedentes de infracciones penales», agregó.

Desde que hace diez días empezaron a aparecer detalles sobre ese escándalo de evasión fiscal en medios de prensa de varios países, las críticas aumentaron dentro de Suiza por lo que se veía como desinterés de las autoridades de revelar las prácticas bancarias delictivas en su territorio.

En cambio, la Justicia helvética sí tiene abierto un proceso contra Hervé Falciani -de nacionalidad y residente en Francia- por haber robado los datos de los titulares de, al menos, 106.00 cuentas bancarias.

Ese el número el número de casos a los que ha tenido acceso un consorcio de periodistas de investigación, aunque Falciani ha señalado que esa cifra sólo es «la punta del iceberg» de los datos que él entregó.

Las cuentas conciernen a clientes originarios de alrededor de doscientos países y entre ellos figuran nombres de personalidades políticas, artistas, deportistas, empresarios y hasta individuos perseguidos por actividades delictivas, incluido el tráfico de armas y de diamantes.

Las investigaciones de la prensa han permitido establecer que entre noviembre de 2006 y marzo de 2007 transitaron 180.000 millones de euros por las cuentas del HSBC de Ginebra, y que una parte de esos fondos estaban disimulados en paraísos fiscales.

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