Tras la ola de calor, las lluvias y una baja de temperatura dan un respiro a Europa

Madrid.-La ola de calor que ha castigado Europa durante las últimas fechas da muestras de agotamiento aunque deja tras de sí una secuela catastrófica de incendios forestales que han quemado varios cientos de miles de hectáreas en el viejo continente.

El país más afectado es España donde la ola de calor terminó formalmente a comienzos de semana pero el Gobierno ha reconocido una cifra de 70.000 hectáreas calcinadas solo hasta el 10 de julio, si bien las estimaciones del organismo europeo EFFIS basado en las imágenes vía satélite de Copernicus afirman que únicamente en las últimas 24 horas se quemaron 10.000 hectáreas más.

En Francia, la alerta de calor también ha finalizado en las últimas horas con una bajada de temperaturas que ronda los diez grados, aunque se mantiene el aviso naranja en el sureste del país, sobre todo en la región de Provenza Alpes Costa Azul, con máximas de más de 35 grados.

Quedan igualmente los incendios, como los dos activos y sin estabilizar desde hace días al sur de Burdeos, que ya han arrasado 20.600 hectáreas, si bien avanzan más lentamente y en las últimas horas no ha sido preciso proceder a más evacuaciones.

En el Reino Unido, a pesar de la alarma generada por el hecho de que por primera vez se decretara la alerta roja por altas temperaturas y a pesar también de que ayer sus termómetros superaron los 40 grados, la ola de calor ha empezado a remitir con una bajada de las temperaturas.

La falta de precipitaciones y la sequedad ambiental también propiciaron varios incendios forestales, en los que hasta 16 bomberos resultaron heridos por las llamas.

El fuego más importante se declaró al este de Londres, en la localidad de Wennington, donde ardieron varias viviendas, establos y vehículos, pero también se quemaron varios puntos de los condados de Leicestershire, Hertfordshire, Suffolk, Norfolk, Lincolnshire y Yorkshire.

En Alemania, el calor ha alcanzado este miércoles Berlín, con máximas de hasta 40 grados, después de que Duisburg, en Renania del Norte-Westfalia, registrara ayer los 30,5° y fijara una nueva máxima del año, aunque no absoluta.

Si bien las autoridades germanas mantienen los llamamientos a la prudencia, la situación también ha mejorado en el oeste del país con la llegada de un frente lluvioso.

En Grecia, más que el calor el problema es el viento, con rachas de hasta 100 kilómetros por hora que han propiciado un fuego ya controlado en el norte de Atenas donde las llamas han arrasado una decena de casas, causado una treintena de heridos y forzado la evacuación de varias aldeas, y otro al oeste de la capital que también ha devorado varias viviendas y amenaza el pueblo de Alepojori, que ya fue destruido el año pasado por las llamas.

Peor es la situación en Italia, donde las temperaturas más altas este miércoles siguen concentradas en el centro y el norte, con picos de hasta 40 grados y nueve ciudades en el nivel máximo de emergencia, incluyendo a Roma, Bolonia, Florencia, Génova y Turín, aunque se prevé que el viernes las afectadas sean dieciséis.

Los pronósticos de los meteorólogos italianos advierten de que los termómetros seguirán marcando hasta 42 grados por la mañana y hasta 27 por la noche durante unos días más, quizás incluso hasta final de mes.

Este calor sofocante, sumado a la peor sequía en decenios, ha propiciado que en las últimas horas, los equipos de extinción tuvieran que hacer frente al menos a quince grandes incendios, sobre todo en la región de Campania.Infobae.

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