Tras las amenazas, Trump dice que está dispuesto a reunirse con su par iraní

Washington.-El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que estaría dispuesto a encontrarse con su homólogo iraní, Hassan Rohani, para dialogar “sin condiciones previas”, pese al cruce de amenazas que tuvo en las últimas semanas con las autoridades del régimen iraní. “No hay nada malo en reunirse”, argumentó el mandatario.

Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, cuando le preguntaron sobre el tema, el mandatario estadounidense respondió que mantendría ese encuentro con gusto. “Ciertamente me reuniría con Irán si quisieran reunirse. No sé si están listos todavía, ahora están teniendo dificultades. Si quieren reunirse, me reuniré”, dijo Trump, alegando que ese tipo de contactos son buenos para Estados Unidos, como ya lo hizo con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.

Irán y Estados Unidos subieron el tono de sus amenazas a medida que se acercaba la fecha de la entrada en vigor de las sanciones estadounidenses contra Teherán, que se prevén para principios de agosto. El inicio de este cruce fue una frase de Rohani, quien advirtió a Washington que empezar un conflicto con Irán supondría “la madre de todas las guerras”.

“Nunca más vuelva a amenazar a los Estados Unidos o sufrirá consecuencias que pocos han sufrido en la historia antes”, escribió Trump -en letras mayúsculas- en su cuenta de Twitter hace unos días, como réplica a su homólogo iraní. “Ya no somos un país que aguantará sus demenciales palabras de violencia y muerte ¡sea cauto!”, agregó también en mayúscula.

El presidente estadounidense ya antes de ocupar el cargo había mostrado una actitud muy hostil hacia el régimen islámico de Irán. Su política contraria al gobierno de los ayatollas lo llevó en mayo pasado a retirar a Estados Unidos del acuerdo nuclear multilateral firmado en 2015 entre Irán y otras seis potencias mundiales.

Tras este paso, Trump decidió volver a imponer sanciones a Teherán por no haber respetado algunos de los puntos del tratado. Esas sanciones, divididas por sectores de actividad en dos tandas, entran en vigor en agosto y en noviembre próximos, y amenazan con hundir la ya maltrecha economía iraní.

El gobierno de Trump culpa a Teherán de jugar un papel “desestabilizador” en Oriente Medio, y ha establecido una serie de condiciones draconianas para un nuevo acuerdo con Irán. No obstante, el resto de firmantes del pacto de 2015 (Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) están tratando de salvar el pacto nuclear, cuyo futuro depende en gran parte de que se garantice la venta de petróleo iraní.

Por su parte, Irán está negociando con países europeos, así como con China e India, sus principales compradores de petróleo, cuyas exportaciones diarias alcanzaron el mes pasado los 2,8 millones de barriles de crudo y condensado.

Irán sufre una grave crisis económica que desencadenó una serie de protestas en los últimos meses. La moneda nacional, el rial, tuvo una devaluación del 50%, mientras la inflación escala peligrosamente. Las sanciones, en este marco, agudizarán la debacle y, por ende, el malestar popular.

Rohani, un clérigo moderado que ganó con promesas de cambio, había basado su programa en los beneficios que iba a traer la reanudación de las relaciones con Occidente a través del pacto nuclear. Pero la salida de Estados Unidos del acuerdo y las nuevas sanciones desbarataron su plan. La semana pasada, acorralado por esta situación, Rohani amenazó con bloquear el estrecho de Ormuz y cerrar así las rutas de exportación de petróleo en el Golfo Pérsico.

En un cambio de estrategia, Trump señaló ayer que es posible alcanzar un acuerdo atómico sensato con Irán, que evite cualquier intento de desarrollar armas nucleares. “Sería bueno para ellos, bueno para nosotros y bueno para el mundo”, apuntó el mandatario estadounidense. De la misma manera había generado el deshielo con Norcorea, que terminó en una cumbre con Kim Jong-un.Clarin.

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